Natura lanza su IP&L integrado una herramienta inédita que monetiza los resultados sociales, humanos y ambientales
¿Cuánto vale, en valor monetario, mantener la selva en pie? En el caso de Natura, en 2021, el valor generado para la sociedad por sus operaciones en la Amazonia fue de 59 millones de dólares. Esta cifra corresponde a los beneficios generados por la generación de ingresos para las familias locales, el desarrollo comunitario, la mejora de las infraestructuras y la capacidad productiva, además de la deforestación evitada. Según su modelo de negocio, en 2021, por cada dólar invertido en la región, Natura generó el equivalente a 8,6 dólares de valor social.
Los datos citados forman parte de una innovación sin precedentes en la aplicación de prácticas sustentables en Natura: el primer IP&L (Integrated Profit & Loss en inglés, Pérdidas y Ganancias Integradas), es decir, una herramienta de gestión que integra las ganancias y las pérdidas para medir e informar de los efectos sociales y medioambientales del negocio. El IP&L permite contabilizar en términos monentarios no sólo los resultados financieros, sino también el impacto de la operación empresarial en las dimensiones medioambiental, social y humana.
Los resultados del estudio contemplan los diversos frentes de actuación de la empresa, como la emisión y compensación de carbono, la circularidad de los residuos, la regeneración y conservación de los biomas, la generación de ingresos para la red (y sus impactos en la salud y el bienestar).
El estudio muestra que en 2021 Natura generó 1,5 dólares en beneficios para la sociedad por cada dólar de ingresos. «Creemos que estamos en un momento en que las empresas estamos obligadas a generar más valor económico para la sociedad que resultados financieros para la propia organización», explica João Paulo Ferreira, CEO de Natura &Co Latam. «y es por esta razón, tenemos que ser claros en todos nuestros datos de impacto».
El directivo explica que por ello IP&L atribuye valores económicos a los efectos sociales, humanos y medioambientales generados por las operaciones de la empresa. «Para hacer frente a retos globales como la crisis climática y la desigualdad social, tenemos que asignar valor a todo lo que todavía está subvalorado, o incluso no tiene ningún valor asignado. No alcanzaremos los grandes objetivos que nos proponemos en el mundo, si utilizamos sólo las prácticas empresariales habituales. Es esencial repensar la forma de contabilizar el valor para cambiar la toma de decisiones, materializando el concepto de capitalismo de las partes interesadas», concluye.
Según el modelo, las actividades de Natura con mayor retorno para la sociedad son su Programa de Carbono Neutro (que reduce y compensa las emisiones), el Instituto Natura (entidad social con el objetivo de aumentar las inversiones en educación) y las actividades de la empresa en el Amazonas. Estos frentes generan 40, 32,8 y 8,6 veces más valor económico en beneficios que la cantidad invertida, respectivamente.
En el caso del Programa de Carbono Neutro, que es uno de los principales factores para potenciar la generación de impacto positivo de la empresa, la medición del impacto considera los beneficios no sólo en términos de servicios ambientales, sino también sus resultados en aspectos como la educación, la salud, la generación de empleo y el desarrollo comunitario. Estas dimensiones muestran que la generación de valor para la sociedad puede potenciarse cuando los créditos de carbono proceden de proyectos que generan amplios co-beneficios ambientales y sociales.
Desde el punto de vista humano y social, el IP&L también sirvió para comprobar de forma muy concreta que el modelo de negocio de Natura tiene un impacto positivo en la calidad y la esperanza de vida de las personas de su red, como colaboradores, proveedores y consultores de belleza.
Desde el punto de vista medioambiental, y teniendo en cuenta los impactos en la cadena ampliada, el resultado sigue negativo, sobre todo por la fase de eliminación de los envases y uso de los productos (que demandan -en algunos casos- la utilización de agua y energía). Pero, por otro lado, existen importantes fuentes de generación de valor positivo en el capital natural, principalmente en la conservación de áreas forestales, en la reducción y neutralización de las emisiones de carbono y en las iniciativas de circularidad de envases y fórmulas. «El IP&L nos muestra qué frentes de mitigación del impacto negativo debemos perseguir, así como dónde podemos aprovechar el impacto positivo», dice Ferreira.
A partir de ahora Natura se propone compartir la aplicación IP&L con otras empresas y organizaciones, de forma que la metodología se debata y perfeccione colectivamente. «No alcanza con que sólo Natura evolucione en estas mediciones más sofisticadas. Queremos llamar la atención de otras organizaciones e instituciones, para que conozcan este método y se lo apropien, ayudando a perfeccionarlo, generando debate y haciendo evolucionar el tema. Nuestra expectativa es que, en algún momento, los conjuntos de normas internacionales de contabilidad corporativa incluyan directrices para la monetización de las externalidades», concluye el CEO.
Herramienta de gestión integrada – Para calcular el IP&L, Natura tiene en cuenta todas sus actividades. El ámbito evaluado incluye la cadena de valor, desde el origen de las materias primas, pasando por la producción, la distribución y el posconsumo, tanto en Brasil como en los demás países donde opera. Luego se evalúan los resultados de dichas actividades en las dimensiones social, medioambiental y humana. Por último, se miden los beneficios, como el aumento de la esperanza o la calidad de vida y la mejora de las condiciones de salud. Con esto, llegamos al impacto generado, expresado en valores monetarios.
La metodología aplicada en colaboración con la consultora Valuing Impact se ajusta a las mejores prácticas y a los últimos avances en la evaluación de externalidades. La elaboración del IP&L de Natura, uno de los estudios de valoración de impacto más sólidos jamás realizados por una empresa a nivel global, contó también con la colaboración de otras organizaciones internacionales, como el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD) y la Capitals Coalition.
En 2016, Natura fue la primera empresa de América Latina en contabilizar el impacto de su negocio en el medio ambiente mediante la metodología EP&L (Pérdida y Ganancia Ambiental). En los años siguientes, también evaluó el SP&L (Pérdida y Ganancia Social) con los consultores de Natura y las comunidades proveedoras, para calcular los impactos y contribuciones en el aspecto humano y social.
Los resultados del IP&L respaldarán futuras decisiones empresariales y ayudarán a la empresa a aumentar el impacto positivo que pretende dejar en las personas y en el mundo.