La presión para que renuncie acorrala a Macron: ¿qué implicaría su dimisión?

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Lima, octubre de 2025.- La crisis política en Francia se agrava y el presidente Emmanuel Macron enfrenta crecientes presiones para dejar el cargo. La dimisión exprés del primer ministro Sébastien Lecornu, incapaz de reunir apoyos en el Parlamento, ha reavivado el debate sobre el futuro inmediato del mandatario y la estabilidad institucional del país. Voces de su propio entorno, hasta hace poco leales, sugieren que una renuncia o la convocatoria de elecciones presidenciales anticipadas podrían ser la única salida viable para superar el estancamiento.

Desde las legislativas de 2024, Francia atraviesa un periodo de inestabilidad marcado por una Asamblea Nacional fragmentada y por la falta de mayorías claras. Macron había confiado en Lecornu para recomponer el equilibrio político, pero el fracaso de esa apuesta en menos de 24 horas evidenció el agotamiento de su gestión. A ello se suman las divisiones dentro del bloque centrista y la pérdida de respaldo ciudadano: según recientes sondeos, entre el 62 % y el 73 % de los franceses consideran que debería dejar el cargo.

La presión no solo proviene de la oposición. Figuras del entorno presidencial, como el ex primer ministro Édouard Philippe, han pedido abiertamente que Macron dimita una vez aprobado el presupuesto de 2026, mientras otros, como Gabriel Attal, critican las decisiones más recientes del presidente. En el frente político, la ultraderecha exige elecciones inmediatas y la izquierda radical plantea activar mecanismos de destitución parlamentaria.

En este contexto, los escenarios posibles se reducen a tres: la renuncia del presidente, la disolución de la Asamblea Nacional o la designación de un gobierno de transición. Si Macron dimitiera, la Constitución francesa establece que el presidente del Senado asumiría temporalmente el poder hasta la celebración de nuevos comicios. Si opta por disolver el Parlamento, Francia volvería a las urnas para renovar la Cámara Baja, aunque el riesgo de una nueva parálisis política sería alto.

Mientras tanto, los mercados financieros reaccionan con inquietud. La bolsa de París cayó tras la salida de Lecornu, y la prima de riesgo francesa alcanzó su punto más alto en meses. Analistas europeos advierten que una eventual renuncia presidencial podría generar un efecto dominó en el equilibrio político del continente, justo cuando la Unión Europea enfrenta tensiones internas por la guerra en Ucrania y el estancamiento económico.

Aunque Macron no ha dado señales claras de su próximo movimiento, la posibilidad de una renuncia —impensable hace unos meses— ya no parece descabellada. Francia se encuentra ante una encrucijada histórica: mantener a un presidente debilitado o abrir la puerta a un nuevo ciclo político que redefina su rumbo.

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