Salud

 ¿Puedo tener una mascota si tengo asma?

El asma es una enfermedad inflamatoria crónica de las vías respiratorias que genera obstrucción bronquial desencadenada por una gran variedad de estímulos (alérgenos). En personas susceptibles, esta inflamación produce casos recurrentes de silbido en el pecho, dificultad para respirar, opresión torácica y tos, especialmente por la noche o temprano en la mañana.

La neumóloga Fátima Ortega de la Clínica Ricardo Palma explica que muchas personas con asma son alérgicas a los animales. En realidad, son alérgicas a las proteínas presentes en la caspa, saliva y orina de perros, gatos y pájaros.  Por ello, es fundamental que se hagan una prueba de alergia antes de tener una mascota.  De esta manera, sabrán si son sensibles a algún animal.

 “Si el resultado es positivo significa que cuando la persona tenga contacto con determinados animales puede sufrir una crisis asmática o empeorar los síntomas de la enfermedad”, advierte la doctora tras señalar que si es negativo puede tener una mascota, pero siguiendo algunas pautas para no complicar su salud.

MEDIDAS DE PREVENCIÓN

Las personas asmáticas deben evitar tener mascotas con plumas o pelaje (perro o gato). Si el animalito desencadena síntomas de la afección se aconseja:

1.- Tomar un medicamento para la alergia o colocarse vacunas contra la alergia, además de usar los fármacos prescritos por el especialista.

2.- No permitir que la mascota ingrese a la habitación.

3.- Juegue con la mascota, pero trate de no abrazarla ni besarla.

4.- Limpie su habitación a fondo y deshágase de alfombras o cortinas.

5.- Mantenga su alcoba libre de polvo.

6.- Haga que otra persona lave y cepille a su mascota una vez a la semana (tanto perros como gatos).

7.- Asegúrese de que todos los integrantes de su familia se laven las manos después de tocar a la mascota.

8.- Si tiene un pájaro u otro animal enjaulado, saque la jaula de su habitación. Cerciórese de que su mascota esté siempre en la jaula y pida ayuda para que otra persona la limpie todos los días. Además, fíjese de que la jaula no se encuentre en un lugar en el que haya corrientes de aire, ya que si está junto a la calefacción o aire acondicionado, podría hacer volar los alérgenos de la mascota por toda la habitación.