Lima, noviembre de 2025.- El Perú avanza de manera sostenida hacia un modelo energético más limpio. Según el portal LowPower Carbon, más del 63% de la electricidad generada en el país provino de fuentes de baja emisión de carbono en 2024, principalmente hidroeléctricas. Este avance fortalece la transición energética nacional y abre paso a tecnologías que permiten optimizar el consumo, reducir costos y asegurar continuidad eléctrica.
En ese contexto, las microrredes se están consolidando como una herramienta clave para la minería peruana, una actividad estratégica que representa cerca del 10% del PBI nacional. Estas infraestructuras permiten generar y gestionar energía de manera local, integrando fuentes renovables, sistemas de almacenamiento y control digital para operar incluso en zonas aisladas y de difícil acceso.
“Las microrredes son sistemas de energía localizados que pueden operar de forma independiente o conectadas a la red principal. Combinan fuentes renovables, almacenamiento y control digital para garantizar un suministro confiable y optimizado”, explicó Anderson Gómez, Key Account Manager de Schneider Electric.
De acuerdo con el análisis de Grand View Research, el mercado de microrredes en América Latina generó más de USD 6500 millones en 2023 y crecerá a una tasa anual superior al 16% hasta 2030, impulsado por la adopción de energías renovables y sistemas de almacenamiento. En el Perú, este potencial tiene como principal destino al sector minero, donde la eficiencia energética se ha convertido en un factor de competitividad y sostenibilidad.
Energía limpia, continuidad eléctrica y reducción de costos
En operaciones mineras ubicadas en zonas de altura o alejadas de la red principal, las microrredes permiten optimizar el uso de energía, reducir emisiones y asegurar continuidad eléctrica. A través de la plataforma EcoStruxure™ Microgrid Advisor, Schneider Electric integra automatización, analítica avanzada e inteligencia artificial para monitorear, predecir y administrar el flujo energético en tiempo real.
“Garantizar energía limpia y continua en minería no solo es un tema de productividad, sino de responsabilidad ambiental. Las microrredes permiten reducir la huella de carbono y asegurar la continuidad operativa incluso en condiciones extremas”, señaló Gómez.
Además de su impacto industrial, estas soluciones impulsan la electrificación de comunidades cercanas a las zonas mineras, generando beneficios sociales y contribuyendo al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) relacionados con energía asequible, acción climática y desarrollo local.
El avance hacia una minería con menos emisiones y mayor eficiencia energética se ha vuelto una prioridad global. Las microrredes representan una alternativa tecnológica para que las operaciones continúen funcionando con seguridad, reduzcan costos operativos y apoyen la transición hacia una industria más sostenible en el Perú.
