Empresa

Linde Perú dona 40 laptops en óptimo funcionamiento para la educación de menores de la ONG Kantaya en distrito de Mi Perú

Linde Perú, empresa dedicada a la producción y distribución de gases industriales y medicinales con más de 60 años de presencia en nuestro país, donó a la ONG Kantaya 40 laptops descatalogadas de la relación de activos informáticos de la empresa y que en adelante servirán para reforzar la educación de niños y adolescentes en el distrito chalaco de Mi Perú.

Esta iniciativa de Linde Perú surge como medida para reducir el impacto de los equipos electrónicos en el medio ambiente dándoles una segunda vida útil. Por ello, en junio la empresa destinó las laptops en óptimo funcionamiento a la ONG Kantaya, gracias a las coordinaciones con su cofundadora Fabiola Portocarrero.

“En Linde Perú tenemos un gran compromiso con la economía circular porque es la forma de generar valor en un desarrollo verdaderamente sostenible. Con este donativo, reciclamos con eficiencia dándole una segunda vida a los equipos que ya no serán utilizados en la empresa, pero que tienen un valioso potencial de uso en la educación de menores en situación vulnerable”, explica Jenny Samamé, gerente de Gestión Humana y Comunicaciones de Linde Perú.

“Kantaya empodera a niños y niñas en situación vulnerable a lograr sus sueños a través de un programa de aprendizaje intelectual y socioemocional después del colegio. Gracias a la donación de Linde Perú podremos seguir desarrollando habilidades y conocimientos en los niños y niñas peruanos permitiendo así que tengan un futuro con oportunidades” Fabiola Portocarrero, cofundadora de Kantaya.

Las laptops ya se encuentran a disposición de más de 300 menores de entre 6 y 15 años que son atendidos en las 3 Casitas de Kantaya en Mi Perú y Ventanilla, espacios en los que profesionales en educación les brindan una formación integral de lunes a sábado por las tardes, después del colegio, evitando a su vez que se queden solos en casa expuestos a diversos riesgos. En este segundo hogar, trabajan con una currícula educativa propia de comprensión lectora, habilidades numéricas y tecnología, en el desarrollo de habilidades socioemocionales –desde yoga hasta pequeños emprendimientos– y experiencias vivenciales como visitas a teatros, museos, empresas y otros lugares que les permiten desarrollar habilidades y conocimientos para un futuro con oportunidades