El trabajo articulado entre el sector público y privado es clave para avanzar en la cultura del reciclaje
Por: Fiorella Danjoy, directora regional de la ONG Recicla Latam.
A nivel mundial, el 13,5 % de los residuos que se generan es reciclado, mientras que el promedio en Latinoamérica es de 4,5 %, según el Banco Mundial. En Perú, solo el 1,8 % se recicla, una cifra mucho menor del estándar.
¿Por qué es tan baja esta cifra en nuestro país? Las principales razones son la falta de conciencia y educación ambiental, así como enormes retos logísticos a nivel nacional, con énfasis en las provincias que trae como resultado una cadena de reciclaje 90 % informal.
Un gran pendiente es dar a conocer el triple impacto del reciclaje: ambiental, económico y social. De esta manera, vamos a entender que la basura no es basura, es materia prima para muchas industrias. Separar nuestros residuos para que puedan ser reciclados no solo cuida el medio ambiente, también tiene un fuerte impacto a nivel socio económico, dado que crea muchos puestos de trabajo y mejora las condiciones de vida de las cientos de miles de personas que viven directa o indirectamente del reciclaje.
Asimismo, debemos ser conscientes que la sostenibilidad no es responsabilidad individual del Estado, del sector privado o de los consumidores; requiere un compromiso conjunto. Por eso, en Recicla Latam creemos en el enfoque de corresponsabilidad y lo implementamos en nuestro trabajo para desarrollar soluciones sostenibles a los desafíos ambientales y sociales de la mano con todos los actores de la cadena.
A través de proyectos innovadores y de largo plazo, logramos impactar positivamente en las comunidades. Hemos fomentado la cultura y la formalización de la cadena de reciclaje en distintos países latinoamericanos para asegurarnos que el material recolectado se quede en la región, de manera que no se generen sobrecostos y se vaya formalizando la cadena de reciclaje desde los recicladores de base.
La mayoría de países en Latinoamérica tienen una fuerte centralización en la capital. Por lo tanto, llevar iniciativas a otras zonas es fundamental para lograr un cambio real en la gestión de residuos y la promoción de la economía circular. Por ejemplo, en Ecuador manejamos proyectos de educación y articulación de cientos de toneladas de residuos a través de recicladores de la Gran Guayaquil.
En el caso de Perú, en los últimos dos años, nos hemos concentrado en ciudades y distritos que tienen menos desarrollados o no cuentan con programas municipales de segregación en fuente, como Huancavelica, La Oroya, Iquitos, Huánuco, Chachapoyas, entre otras. Nuestra intención es replicar “Chincha Recicla” a nivel nacional, debido a que tiene como propósito aportar al crecimiento de las tasas de reciclaje y generar conciencia ambiental.
Buscamos beneficiar a las comunidades incrementando el número de población sensibilizada, casas entregando material a recicladores, toneladas de material recuperado para reinsertar en la cadena de reciclaje, y de recicladores formales. Así, al momento de terminar nuestro impacto en las zonas puedan mantener un crecimiento sostenible en el tiempo.
Todos podemos apoyar haciéndonos responsables de los residuos que generamos y separarlos adecuadamente en casa, colegio o trabajo para que sean entregados a los recicladores formales de nuestro distrito o llevarlos a los puntos de acopio más cercanos. Adicionalmente, realizar alianzas inclusivas y construidas sobre valores comunes con una visión y metas compartidas en la que coloquen a las personas y al planeta en el centro de la estrategia. Solo a través de la colaboración y el trabajo conjunto podremos construir un futuro más sostenible.