El nuevo modelo educativo del siglo XXI
Desde los inicios del siglo XXI, la educación se encuentra en medio de una transformación sin precedentes. A estas alturas, la convergencia de la tecnología y la inteligencia artificial ha dado lugar a un nuevo paradigma educativo que va con fuerza revolucionando la forma en que aprendemos y enseñamos.
La educación enfrenta un desafío increíble al preparar a nuevas generaciones para desenvolverse con excelencia humana y académica en un mundo cada vez más influenciado por la inteligencia artificial. Esto sin duda requiere hacer foco en el compromiso que tiene la inteligencia humana, natural, frente a la artificial. Amerita un esfuerzo muy particular en cuanto a capacidad de adaptación al cambio, sin arriesgar nuestros principios éticos y morales, con una visión renovada de lo que realmente necesitamos como aprendizajes para la vida. Es una gran oportunidad para recordar el verdadero propósito y fin de la escuela, la socialización de los aprendizajes, a todo nivel.
La IA, como el motor detrás de muchos avances, ha encontrado un terreno fértil en la educación. A través de algoritmos de aprendizaje automático y análisis de datos, la IA puede personalizar la experiencia de aprendizaje para cada estudiante. Ya no estamos atrapados en un modelo educativo «talla única «, sino que la IA permite adaptar la experiencia de aprendizaje, acercándonos a la promesa de la educación personalizada, sin alejarnos del aprendizaje colaborativo.
Es así como, uno de los aspectos más emocionantes de la IA en la educación, es su capacidad para identificar y abordar las necesidades únicas de cada estudiante. Los sistemas de IA pueden evaluar el nivel de avance en metas de aprendizaje de un estudiante y ofrecerle recursos que se ajusten a su demanda cognitiva. Puede hacer esta personalización para desafiarlos a un mayor avance del esperado o para brindar apoyo adicional a aquellos que lo necesiten. Esto sin duda aporta en la reducción de la brecha a nivel de aprendizajes y permite que cada estudiante alcance su máximo potencial, siendo que, con un acompañamiento docente cercano, podemos de manera más precisa, asegurarnos de que ninguno se quede atrás.
La IA también está redefiniendo el papel de los educadores. Los profesores ya no podemos ser simplemente transmisores de información, sino que debemos ser guías y facilitadores del aprendizaje. La IA asume tareas como la evaluación y el seguimiento del progreso del estudiante, la posibilidad de diseñar experiencias da aprendizaje que tomen en cuenta sus intereses, liberando en buena parte a los docentes para centrarse en la interacción personalizada, en el vínculo genuino que garantiza la parte formativa, con el desarrollo de habilidades más elevadas como el pensamiento crítico y la resolución de problemas.
No obstante, es importante precisar que la IA no es por sí misma una solución, ya que, bajo un uso inadecuado, nos genera grandes preocupaciones. La privacidad de los datos y la equidad en el acceso a la tecnología son cuestiones que deben abordarse con seriedad a medida que avanzamos hacia este nuevo modelo educativo.
La Inteligencia Artificial en la educación nos brinda una herramienta poderosa, pero es esencial que aprendamos a utilizarla con responsabilidad, bajo principios éticos y morales. Debemos cultivar la conciencia de que la IA, al igual que cualquier otra tecnología, tiene un impacto en nuestras vidas y en la sociedad en general. Ese impacto debe ser rigurosamente cuidado para que sea positivo.
Los estudiantes deben aprender a usarla de manera responsable, comprender sus implicaciones éticas y mantener una conexión humana en un mundo cada vez más digitalizado. La educación con IA no solo debe promover conocimientos, sino también y principalmente, formar ciudadanos informados y formados que puedan aprovecharla para un bien mayor.
«La Inteligencia Artificial debe ser considerada como aliada al diseñar experiencias de aprendizaje personalizadas. Los colegios venimos trabajando con mucha dedicación en metodologías que pongan a los estudiantes en el centro de su propio aprendizaje y nos desafiamos como educadores a ser guías en este viaje centrado en la formación integral. La IA nos ofrece la oportunidad de alcanzar esa meta y así preparar a nuestros estudiantes para un futuro lleno de posibilidades», dijo Carmen Concha, directora del colegio Santa Úrsula.
Sin duda padres, docentes y directivos estamos muy pendientes y de alguna manera preocupados acerca de cómo seguirá evolucionando este tema, pero debemos estar conscientes a la vez de que tenemos en nuestras manos generaciones de niños y adolescentes que se están formando en la familia y en la escuela, para un mundo que se reinventa demasiado rápido, donde seguramente las carreras que elijan aún no existen, mucho menos los trabajos y retos profesionales a los que se tengan que enfrentar sean imaginables ahora mismo, pero lo que sí sabemos es que deben estar fortalecidos emocional y espiritualmente para funcionar bien en cualquier escenario que el mundo les depare. Lo académico necesitará más que nunca de lo formativo.
Finalmente, la Inteligencia Artificial al personalizar el aprendizaje, al replantear el rol de los educadores y al hacer que los aprendizajes se vuelvan más accesibles, puede convertirse en toda una oportunidad para una educación más efectiva y equitativa. A medida que continuamos avanzando en esta nueva era educativa, es crucial comprender que la tecnología debe ser usada como medio y no como fin, asegurándonos de que la educación nos haga siempre más humanos.