Día Mundial de las Ciudades: prácticas para una construcción sostenible

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Lima, octubre de 2025.- El Día Mundial de las Ciudades invita a reflexionar sobre el futuro de las urbes y sobre cómo construir espacios más seguros, sostenibles y resilientes para una población que no deja de crecer. En el Perú, según el CEPLAN, 8 de cada 10 personas ya vive en ciudades y se estima que para 2050 esta cifra superará el 85 % de la población. El desafío urbano demanda soluciones innovadoras que permitan reducir impactos ambientales y optimizar el uso de los recursos. Este 31 de octubre, la industria de la construcción reafirma su compromiso con un desarrollo más eficiente y bajo en carbono, en línea con los objetivos globales de sostenibilidad.

El sector construcción representa cerca del 37 % de las emisiones de carbono asociadas a la energía a nivel mundial, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Este dato evidencia la necesidad de acelerar la transición hacia materiales y procesos más limpios que contribuyan a enfrentar la crisis climática. La sostenibilidad se ha convertido en un eje estratégico del crecimiento urbano, no solo por responsabilidad ambiental, sino también por eficiencia económica y mejora en la calidad de vida de los ciudadanos.

“La sostenibilidad no es un concepto aspiracional, es parte de la eficiencia del negocio. En Holcim creemos que la innovación en materiales y procesos es la ruta para construir ciudades más resilientes, con menos impacto y más valor para las personas”, señaló Norberto Ledea, CEO de Holcim Perú. De acuerdo con el ejecutivo, la industria se encuentra en un periodo de transformación acelerada que busca garantizar que cada obra responda a estándares sostenibles y ofrezca soluciones perdurables frente al cambio climático.

Cuatro claves para urbanizar con menos impacto ambiental

Las buenas prácticas constructivas están redefiniendo los estándares de la industria. A continuación, se destacan cuatro tendencias que ya aportan a la sostenibilidad urbana en el país y que marcarán la hoja de ruta del sector en los próximos años:

Materiales de menor huella de carbono
La introducción de cementos y concretos con adiciones minerales o componentes reciclados permite reducir significativamente las emisiones de CO₂ sin comprometer la durabilidad ni la resistencia de las infraestructuras. Estas alternativas resultan esenciales para cumplir con las metas climáticas nacionales e internacionales.

Concretos resistentes y duraderos
El diseño de mezclas adaptadas a las condiciones del entorno contribuye a prolongar la vida útil de las edificaciones y disminuir costos de mantenimiento. Esta estrategia técnica resulta vital en zonas costeras con alta salinidad o en regiones andinas sujetas a cambios bruscos de temperatura.

Prefabricados y sistemas modulares
La construcción industrializada reduce tiempos, minimiza residuos y mejora la precisión estructural. En áreas urbanas densas permite además menor congestión y menor impacto en la comunidad. Es un enfoque clave para enfrentar el déficit de vivienda mediante modelos más rápidos y eficientes.

Soluciones que optimizan agua y energía
Tecnologías que disminuyen el consumo de recursos se han convertido en aliadas de la construcción responsable. Hoy existen mezclas que requieren menor uso de agua o que aceleran procesos de fraguado, lo que repercute en un menor consumo energético durante la ejecución de obras.

Un camino que exige colaboración técnica

El avance hacia ciudades sostenibles no depende únicamente de los materiales, sino también de la manera en que se aplican. Acompañar a arquitectos, ingenieros y constructores desde la fase de diseño hasta la ejecución es determinante para optimizar recursos y garantizar que cada proyecto cumpla con los estándares de calidad exigidos por el contexto urbano actual. La asesoría técnica y la planificación integrada se consolidan como herramientas imprescindibles para elevar el desempeño ambiental de la construcción.

Las ciudades concentran la mayor parte de la actividad económica, cultural y social del país. Integrar criterios de sostenibilidad en su expansión permitirá generar entornos más seguros, saludables y preparados frente a los riesgos climáticos. La innovación en la industria de la construcción seguirá desempeñando un rol clave para asegurar un futuro urbano más equilibrado, resiliente y orientado al bienestar de las personas.

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