Conflicto limítrofe entre Perú y Colombia: impacto económico y proyecciones
Lima, agosto de 2025.- La tensión ha crecido en los últimos días por el conflicto limítrofe entre Perú y Colombia por la isla Santa Rosa, ubicada en Loreto según el gobierno peruano —que incluso creó en julio pasado un distrito con el mismo nombre—, pero considerada territorio colombiano por el presidente Gustavo Petro. Esta controversia diplomática ha puesto sobre la mesa los posibles efectos que podría tener para la economía peruana y sus diversas industrias.
“En el corto plazo, el conflicto limítrofe tiene un impacto económico marginal sobre la economía peruana. La zona en disputa es principalmente un punto estratégico en la navegación amazónica, con un comercio local de baja escala en comparación con el peso que tienen la minería y las exportaciones en el PBI de Perú. Sin embargo, sí puede generar ruido reputacional y aumentar la incertidumbre en el comercio fronterizo, el turismo fluvial y ciertas actividades logísticas en la triple frontera”, explica Eduardo Ramos, analista de VT Markets.
El especialista también compara el desempeño económico de ambos países en la última década. “Si miramos este periodo, Perú ha mantenido un crecimiento más estable y, para 2024–2025, se proyecta mejor posicionado gracias a su sector minero y a una recuperación más firme tras la pandemia. En materia fiscal, Perú destaca con un déficit controlado, en torno al 2.2–2.7 % del PBI en 2025, respetando su regla fiscal. Colombia, en cambio, enfrenta un déficit cercano al 7.1 % y una suspensión temporal de su regla fiscal, lo que reduce su margen de maniobra y eleva su costo de financiamiento”, detalla.
En inflación, Perú ha mantenido la variación de precios dentro del rango meta del Banco Central (1–3 %), mientras que Colombia aún lidia con tasas más elevadas, cercanas al 5 %. En diversificación productiva, Perú continúa concentrado en minería, aunque el agro no tradicional gana terreno. Colombia, por su parte, presenta una estructura más balanceada entre energía, agro y servicios, lo que le otorga mayor resiliencia ante choques sectoriales.
En atracción de inversión extranjera directa, Colombia ha registrado flujos más diversificados en la última década, mientras que Perú mantiene una posición más holgada en reservas internacionales, lo que refuerza su estabilidad cambiaria y financiera.
En materia de exportaciones, Perú lidera en volumen gracias a la minería —especialmente el cobre—, aunque con fuerte concentración en pocos productos y destinos, principalmente China. Colombia, en cambio, presenta una canasta más variada que incluye hidrocarburos, café, flores y servicios. “Finalmente, el conflicto fronterizo tiene un efecto económico acotado para Perú, que mantiene fundamentos fiscales y monetarios más sólidos que Colombia”, afirma Ramos.
Aranceles de Trump al cobre: sin mayor impacto en Perú
Desde el 1 de agosto entró en vigor un arancel del 50 % a los productos semiacabados de cobre impuesto por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Aunque generó preocupación, la medida no tiene un impacto significativo para Perú, ya que EE. UU. no es un mercado clave para este mineral. Las principales exportaciones de cobre peruano se dirigen a China (74.2 %), Japón (6.0 %) y Alemania (3.6 %).
“El cobre representó un 30.5 % de las exportaciones totales de Perú en el primer cuatrimestre de 2025. El nuevo arancel impuesto por Trump a ciertos productos de cobre en EE. UU. no debería afectar de forma relevante, ya que el mercado estadounidense no es un destino prioritario y los productos refinados que exporta Perú no están incluidos en la medida actual. El efecto sería más indirecto, vía ajustes en los precios internacionales o cambios en los flujos comerciales hacia EE. UU.”, señala Ramos.
En el mercado global, el cobre se encuentra en un equilibrio frágil. La oferta enfrenta interrupciones en minas relevantes de Chile, mientras los inventarios en la LME han comenzado a aumentar. Este escenario podría mantener el precio en un rango de US$ 9,300–10,000 por tonelada en las próximas semanas, con variaciones sensibles a cualquier noticia sobre la oferta minera o estímulos económicos en China.