Salud

EsSalud: niños pueden contraer Hepatitis B y mantenerla “en silencio” hasta convertirse en cirrosis hepática o cáncer de hígado

Existen enfermedades asintomáticas, aquellas que “guardan silencio” durante muchos años, incluso décadas, y que lamentablemente se hacen notar cuando el estadio es muy avanzado; es el caso de la Hepatitis B, que puede incluso llegar a ser mortal, por eso la actual gestión de EsSalud, liderada por la Dra. María Elena Aguilar Del Águila, promueve la prevención de esta enfermedad con la vacuna que deber ser colocada al nacimiento, a los dos y seis meses de vida; además, el refuerzo a los 10 años de edad.

“El contagio de esta enfermedad se da a través del contacto con la sangre o los fluidos corporales de una persona infectada. En la población adulta, la transmisión también ocurre por contacto sexual, este contagio puede generar incluso una Hepatitis B crónica. También puede ocurrir un contagio entre niños, cuando uno de ellos se hace una herida y mantiene contacto con otro menor”, detalla el Dr. Martín Padilla, médico gastroenterólogo y hepatólogo del hospital Almenara de EsSalud.

El especialista explica que en la mayoría de casos este virus es asintomático; incluso el contagio también puede ocurrir al momento del parto; si la madre tiene la enfermedad y no lo sabe su bebé nacerá infectado y no desarrollará ningún síntoma, pero las señales pueden notarse después de 20 o 30 años, cuando el diagnóstico ya se ha convertido en cirrosis hepática o cáncer de hígado.

Además, es importante señalar que en nuestro país existen zonas endémicas ubicadas en los departamentos de Cuzco, Apurímac, Ayacucho y Loreto. Así, el 80% de infectados puede controlar la enfermedad durante toda su vida, pero el 20% de pacientes desarrollan hepatitis B crónica y, sin un diagnóstico oportuno, esta enfermedad puede empeorar hasta causar la muerte.

“Es importante que la población recuerde que el contagio también puede ocurrir por transfusiones sanguíneas, tatuajes o piercing con material contaminado o reciclado para su uso. En esta población el daño es más lento, por ejemplo, si la persona se realiza un tatuaje a los 20 años, puede desarrollar la enfermedad a los 50 o 60 años”, detalló el especialista.

Finalmente, refirió que hay que tener mucho cuidado no solamente con los tatuajes o piercing, sino además en aquellos lugares donde se pueden usar material potencialmente contaminado con el virus B: agujas hipodérmicas para inyecciones de medicamentos drogas endovenosas que son compartidas por los usuarios, así mismo en aquellos lugares que aplican ahora plasma u otros productos sanguíneos para tratamientos cutáneos de rejuvenecimiento en lugares no médicos sin ninguna garantía.