Sismos y caos: por qué la megafonía puede ser la diferencia entre el orden y el desastre
Lima, junio de 2025.- En un país altamente sísmico como el Perú, la preparación para emergencias en edificios públicos y privados no puede dejarse al azar. Cada segundo cuenta durante un sismo, incendio o cualquier situación que implique una evacuación masiva. Por ello, los sistemas de megafonía de emergencia —también conocidos como sistemas de alarma por voz (PA/VA)— se consolidan como una herramienta crítica para salvar vidas.
Diseñados específicamente para operar en situaciones críticas, estos sistemas van más allá del sonido ambiental convencional: emiten mensajes claros, comprensibles y direccionados a cada zona del edificio, reduciendo el pánico y guiando de manera ordenada a los ocupantes hacia zonas seguras.
“La clave está en la claridad del mensaje, la cobertura sonora total del edificio y la integración con otras plataformas, como detección de incendios, video analítica o sistemas de evacuación controlada”, explica Manuel Valderrama, gerente general de MAVA Sistemas.
La compañía ha implementado recientemente esta tecnología en diversas infraestructuras del país, como el centro comercial Parque Arauco de Piura, el Colegio Markham en Surco y el Centro de Salud San Miguel del Faique, en Huancabamba. En todos estos casos, los resultados han sido positivos: evacuaciones más organizadas, mejor coordinación entre el personal de seguridad, equipos de respuesta y ocupantes, y un mayor nivel de preparación ante emergencias reales.
Aunque en el Perú la normativa sobre megafonía aún no alcanza los estándares de países con mayor regulación en seguridad, los especialistas coinciden en que toda edificación de uso público debería contar con sistemas de alarma por voz certificados. La inversión en estos sistemas representa una fracción del costo total de una obra y puede implementarse rápidamente con soluciones modulares y equipamiento especializado.
No contar con una megafonía adecuada no solo compromete la seguridad de las personas, sino que puede acarrear daños reputacionales e incluso consecuencias legales en caso de una tragedia. La megafonía de emergencia, aseguran los expertos, no debe ser vista como un lujo ni una medida opcional, sino como una prioridad estratégica para cualquier organización que valore la prevención y la vida humana.