¿Qué pasa si una aplicación deja de recibir actualizaciones?
En la actualidad, las aplicaciones se encuentran en constante modernización debido a que ayuda a la integración de nuevas características y funcionalidades, la optimización del rendimiento de la aplicación y la mejora de la experiencia del usuario mediante el uso de nuevas interfaces. Según el estudio IDC Software Chapter, más del 60% de las empresas a nivel mundial consideran que modernizar sus aplicaciones es de alta prioridad, debido a que permite a las organizaciones ser más eficientes, funcionales y ajustarse a las necesidades de los usuarios e instituciones.
Sin embargo, ¿qué sucede cuando una aplicación deja de recibir actualizaciones? Para Marcy Acosta, BU Manager de CANVIA, este es un escenario que puede traer consigo múltiples problemas y riesgos, tanto para los usuarios como para las organizaciones. “La modernización es necesaria para mejorar su rendimiento, escalabilidad, seguridad, eficiencia y usabilidad, así como para adaptarse a las tendencias de la industria. Al no actualizar las aplicaciones, es posible que pierda funcionalidad y no sea compatible o no pueda integrarse con otros sistemas o aplicaciones, por la aparición de nuevas herramientas y plataformas”.
Asimismo, Acosta señala que problemas como la ineficiencia y retrasos en los procesos, la pérdida de datos, errores más recurrentes y la disminución en la productividad del aplicativo son las principales consecuencias que se manifiestan. “El tema de seguridad hoy en día es muy relevante y delicado. Cuando una aplicación deja de recibir actualizaciones, se convierte en un blanco fácil para los ciberdelincuentes que pueden acceder a los datos sensibles, robar información o incluso comprometer el funcionamiento de otros sistemas conectados”.
Por su parte, los usuarios exploran constantemente aplicaciones que les brinden soluciones efectivas y rápidas. “Elementos como la personalización, seguridad y rapidez son constantes en la búsqueda de los usuarios digitales en un aplicativo. Cada actualización tiene como objetivo alimentar con nuevas funcionalidades y mejoras. De no hacerlo, puede afectar negativamente la productividad, experiencia y la satisfacción del usuario”, indicó la vocera de CANVIA.
Finalmente, Acosta señala que la modernización de las aplicaciones debe ser una prioridad dentro de la estrategia de negocio de las empresas. Esto debido a que, si una aplicación no se actualiza, es posible que pierda clientes ante la competencia. “Hoy en día es una ventaja competitiva que los usuarios encuentren en una aplicación una opción moderna y con funcionalidades que están buscando. En un mercado competitivo, que una empresa no ofrezca las últimas características puede significar perder relevancia y cuota de mercado.