Salud

¿Le extirparán la vesícula biliar? Esto es lo que debe saber

Lima, junio de 2025.- La vesícula biliar es un pequeño órgano con forma de pera ubicado en la parte superior derecha del abdomen, justo debajo del hígado. Su función principal es almacenar y concentrar la bilis, una secreción amarillenta que ayuda a digerir las grasas. Cuando este órgano no funciona adecuadamente, pueden formarse cálculos biliares, generando dolor intenso bajo las costillas que puede irradiarse hacia la espalda o el hombro, así como náuseas, vómitos, sensación de pesadez, fiebre e ictericia (coloración amarillenta en la piel y los ojos), entre otros síntomas.

El doctor Billy Fuentes, cirujano general especialista en cirugía digestiva y de pared abdominal de la Clínica Ricardo Palma, señala que si un paciente experimenta dolor persistente en el lado derecho del abdomen, debe acudir al médico. Es probable que el especialista solicite una ecografía, análisis de sangre u otras pruebas para determinar si es necesario extirpar la vesícula biliar (colecistectomía) antes de que se presenten complicaciones graves.

La cirugía suele recomendarse en casos de cálculos biliares sintomáticos, colecistitis aguda (inflamación de la vesícula), colelitiasis complicada (cuando los cálculos migran al conducto biliar y provocan ictericia, pancreatitis o colangitis), pólipos vesiculares de más de 1 cm, disfunción vesicular o sospecha de cáncer.

El procedimiento, que generalmente dura entre 45 minutos y una hora, puede variar dependiendo de factores como la inflamación, el sobrepeso o la presencia de adherencias. Se realiza bajo anestesia general y por vía laparoscópica: se hacen pequeñas incisiones (de 0.5 a 1 cm) en el abdomen, a través de las cuales se introduce una cámara e instrumentos especiales para extraer cuidadosamente la vesícula y suturar las heridas.

Convalecencia y cuidados

La recuperación suele ser rápida. El paciente puede regresar a casa al día siguiente de la operación, retomar sus actividades habituales entre 3 y 7 días después, y volver a hacer ejercicio o esfuerzo abdominal al mes. En la mayoría de los casos no se requieren cuidados permanentes, pero sí seguir algunas recomendaciones para evitar molestias digestivas.

Entre ellas: llevar una alimentación balanceada, evitar las comidas muy grasosas o frituras frecuentes, consumir grasas saludables (como aceite de oliva, palta y frutos secos, con moderación), ingerir porciones pequeñas varias veces al día si hay molestias, mantener un peso saludable, limitar el consumo de alcohol, vigilar el tránsito intestinal (pues algunas personas pueden presentar diarrea leve ocasional) y acudir al médico si persisten las incomodidades.

Recuerde que, tras la extirpación de la vesícula, la bilis pasa directamente del hígado al intestino delgado de forma continua, en lugar de almacenarse y liberarse después de las comidas. Esto puede provocar una digestión más rápida y ligeras molestias al consumir alimentos ricos en grasa. Siga siempre las indicaciones de su especialista para mantener una digestión saludable.