Actualidad

Hundimientos urbanos en Lima: una amenaza silenciosa que crece sin alerta

Lima, agosto de 2025.- Mientras la atención pública se concentra en desastres visibles e inmediatos, un fenómeno silencioso avanza en varios puntos de la capital: el hundimiento progresivo del suelo en zonas urbanizadas. Este proceso compromete la estabilidad de edificaciones, vías y servicios básicos, y se ha identificado en distritos como Surquillo, Ancón y Carabayllo, de acuerdo con estudios recientes y reportes vecinales.

En la urbanización Limatambo, en Surquillo, los vecinos conviven desde hace más de una década con un hundimiento acumulado de hasta 40 centímetros, acompañado de grietas en muros, veredas colapsadas y edificaciones inclinadas. El origen estaría vinculado a la construcción sobre una antigua cantera rellenada con materiales inestables y residuos, relacionada con obras de la Vía Expresa Paseo de la República en la década de 1960 e inicios de 1970, cuando se ejecutaron rellenos para nivelar zonas como Surquillo y La Victoria.

Un análisis realizado por la Universidad Tecnológica de Nanyang (Singapur), a partir de imágenes satelitales tomadas entre 2014 y 2020, revela que en Ancón y Carabayllo se registran hundimientos de hasta 2.4 cm por año. Los investigadores asocian este fenómeno a procesos de subsidencia y a posibles fallas tectónicas. El geofísico Manoochehr Shirzaei (Virginia Tech) y el geólogo Willem Viveen (PUCP) han advertido que, si bien la mayor parte del suelo de Lima es estable, estos puntos muestran un patrón que requiere atención científica y técnica.

Marco Reyes, experto en salud estructural y director LATAM de la empresa Estructura, advierte que los hundimientos representan un riesgo considerable:

  • Afectación directa a más de 25 mil habitantes en las zonas identificadas.
  • Posible impacto en vías principales y redes de agua y saneamiento, con elevados costos de reparación.
  • Reducción del valor inmobiliario y aumento de las primas de seguros en áreas catalogadas como de riesgo.

“La subsidencia urbana es un enemigo invisible. En sus primeras fases, no se percibe a simple vista, pero sus efectos sobre la estructura de los edificios y las redes de servicios pueden ser irreversibles. Nuestro sistema de monitoreo estructural permite detectar desplazamientos milimétricos, identificar deformaciones y generar alertas tempranas antes de que ocurra un colapso”, explica Reyes.

El especialista propone implementar el Sistema de Monitoreo de Salud Estructural (SHM) en edificaciones críticas —como colegios, hospitales, edificios residenciales y comercios— ubicados en áreas de subsidencia. Esta solución combina sensores de alta precisión con análisis en tiempo real, integrando información satelital para generar mapas dinámicos de riesgo.

Asimismo, Estructura recomienda la instalación de sistemas de monitoreo continuo en inmuebles y obras públicas en zonas afectadas, complementados con el cruce de datos topográficos y satelitales. La propuesta incluye planes de mantenimiento preventivo, reforzamiento de cimentaciones y la creación de protocolos de alerta y evacuación que se activen automáticamente al detectar indicadores críticos.

La falta de atención a este fenómeno podría generar pérdidas humanas y económicas significativas. “No podemos esperar a que un hundimiento provoque un colapso para actuar. La prevención es más económica y segura que la reconstrucción”, concluye Reyes.