Salud

El reto de cerrar las brechas de vacunación regular para evitar el brote de enfermedades como polio y sarampión

La pandemia de la covid-19 causó que menos niños, niñas y personas de otras edades se vacunaran. Según cifras del Ministerio de Salud (Minsa), en el 2020, en el Perú, el 71 % de menores de 5 años recibió las vacunas del esquema regular de vacunación que protegen contra más de 27 enfermedades. 

En el 2021 y 2022, las coberturas de vacunación mejoraron en 78 % y 82 %, respectivamente. Sin embargo, la brecha aún se mantiene y existe la amenaza de que enfermedades como polio y sarampión aparezcan de nuevo. 

Ante este contexto, el Minsa tiene el reto de disminuir la brecha, principalmente, en los distritos que, por su geografía, son lejanos y de complicado acceso. Es el caso de Saramiriza, un centro poblado del distrito Manseriche, ubicado en la provincia Datem del Marañon, región Loreto, donde hace más de un mes se identificó a un menor de 2 años con parálisis flácida, quien no había recibido ninguna vacuna. Este caso generó la sospecha de un brote de polio salvaje, pero el Minsa lo descartó. 

Hasta Saramiriza y otras comunidades nativas llegan las brigadas de vacunación. Se coordina con las autoridades locales, con los apus y a bordo de peque peque, aunque sean varios días de viaje, el personal de salud procura llegar al destino para vacunar a la mayor cantidad de personas. 

Hace unos días, en la Semana de Vacunación en las Américas 2023, que se celebró en más de 40 países y que el Perú desarrolló del 22 hasta el 29 de abril, más de 300 000 personas completaron sus vacunas del Esquema Regular, protegiéndose contra enfermedades que pueden ocasionar discapacidad e incluso la muerte. 

Con el lema “Ponte al día, cada vacuna cuenta” se continuará incentivando que niños y niñas menores de 5 años completen sus dosis del Esquema Regular de Vacunación, que cuenta con 18 vacunas y protege contra 28 enfermedades inmunoprevenibles. 

Recientemente, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), destacó que el Perú tiene uno de los esquemas de vacunación más completos de Latinoamérica, ya que comprende desde recién nacidos hasta adultos mayores. 

Este año, el Minsa añadió la vacuna contra la hepatitis A al esquema de vacunación, la cual protege de enfermedades hepáticas. Esta dosis se coloca a niños y niñas de 15 meses de edad. 

Para la directora ejecutiva de Inmunizaciones del Minsa, María Elena Martínez Barrera, la vacunación infantil es fundamental porque ayuda a proporcionar inmunidad antes que las niñas y los niños se expongan a enfermedades mortales.

“Un recién nacido debe ser vacunado para reforzar su sistema inmune contra tuberculosis meníngea y hepatitis B. Estas dos vacunas se aplican dentro de las primeras horas de nacido, y son importantes para evitar estas dos graves enfermedades”, sostiene la licenciada.

Por ejemplo, la vacuna contra la polio consiste en 5 dosis. La primera se inocula a los 2 meses de nacido, la segunda a los 4 meses y la tercera a los 6 meses. Asimismo, el primer refuerzo a los 18 meses y el segundo refuerzo a los 4 años.

Para personas de otras edades se brindan otras vacunas. Por ejemplo, niños y niñas que cursan el 5to grado de primaria reciben la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) para prevenir el cáncer de cuello uterino. 

En el 2022, la cobertura de esta vacuna fue la mejor de los últimos cuatro años ya que se logró proteger al 100 % del público objetivo con la primera dosis y al 72.62 % con la segunda. Este año, niños y niñas que se vacunen por primera vez recibirán una sola dosis. 

Las gestantes también reciben la vacuna Tdap para protegerse contra el tétanos, difteria y tosferina; y los adultos mayores de 60 años deberían recibir la dosis anual contra la influenza y la dosis única contra el neumococo. 

Actualmente, más de 3400 brigadas de vacunación se siguen desplazando a las zonas más altas y alejadas del país. Ni el clima ni las difíciles condiciones geográficas son impedimento para que las enfermeras y los enfermeros lleven protección a las familias de la costa, sierra y selva, convirtiéndose en baluartes de la vacunación. 

La brecha aún existe y para cerrarla se necesita el apoyo de las familias peruanas para que pongan el hombro. El personal de salud los espera.