Lima, noviembre de 2025.- El Perú avanza con paso firme hacia una matriz energética más limpia. Solo en 2024, la generación eléctrica a partir de fuentes eólicas creció un 66% y la solar un 32%, según el Ministerio de Energía y Minas (MINEM), cifras que colocan al país entre los de mayor ritmo de transición hacia las energías renovables en la región.
Este crecimiento responde al aprovechamiento de recursos naturales abundantes como el sol, el viento y el agua, que no solo contribuyen a reducir las emisiones contaminantes, sino que también generan empleo, disminuyen costos energéticos y fortalecen la seguridad energética nacional.
Las energías renovables se caracterizan por provenir de fuentes naturales capaces de regenerarse de manera continua. A diferencia de los combustibles fósiles, permiten producir electricidad sin agotar los recursos del planeta ni emitir gases de efecto invernadero. En el caso peruano, el potencial eólico supera los 20 gigavatios (GW), aunque actualmente solo se aprovecha cerca del 5%. En paralelo, la irradiación solar en el sur del país es una de las más altas de Sudamérica, lo que abre oportunidades clave para el desarrollo de proyectos fotovoltaicos a gran escala.
Además de su aporte ambiental, estas fuentes limpias ya están generando impactos concretos en la vida cotidiana. El ahorro energético es uno de los principales beneficios, ya que la incorporación de energías renovables permite reducir los costos de la electricidad y fomentar un consumo más responsable. A esto se suma un aire más limpio, resultado de la disminución de emisiones contaminantes, con efectos directos en la salud pública.
Por otro lado, el crecimiento de proyectos solares y eólicos impulsa el empleo local, especialmente en las etapas de instalación, operación y mantenimiento de las plantas. Estas iniciativas también fortalecen la seguridad energética, al aprovechar recursos propios y reducir la dependencia de combustibles importados, un aspecto clave en contextos de volatilidad internacional. Finalmente, las energías renovables cumplen un rol importante en la educación ambiental, al promover una mayor conciencia sobre el uso responsable de los recursos naturales.
Educación ambiental desde la infancia
La transición energética no solo depende de infraestructura y tecnología, sino también de formación y conciencia ciudadana. Con ese enfoque, Grupo Enhol presentó el cuento infantil “La magia de la vida: La Energía”, una iniciativa educativa orientada a explicar de forma sencilla cómo el sol, el viento y el agua pueden transformarse en energía limpia.
El material fue entregado de manera gratuita a estudiantes de diversas instituciones educativas, entre ellas la I.E. Juan Velasco Alvarado, I.E. San Camilo 6, I.E. Nuestro Señor de los Milagros, I.E. Casa de Dios y la I.E. Los Patitos. La historia está protagonizada por Lumy y sus amigos, quienes viven en el pueblo de Brisa Soleada y descubren, a través de la aventura, el funcionamiento y la importancia de las energías renovables.
El cuento combina ciencia y entretenimiento para acercar conceptos técnicos al público infantil, convirtiéndose en una herramienta accesible tanto para escuelas como para familias. Su objetivo es despertar la curiosidad y fomentar valores de cuidado ambiental desde los primeros años de formación.
“Me siento muy orgulloso de formar parte de una empresa que impulsa el desarrollo energético del país y que también apuesta por educar y generar conciencia desde la niñez. La magia de la vida: La Energía es mucho más que un cuento; es una oportunidad para despertar curiosidad y conciencia ambiental desde la infancia”, señaló Jorge Chávez, Project Manager en la Central Fotovoltaica Illa de Grupo Enhol.
Esta entrega forma parte del plan de inversión social de Grupo Enhol, que incluye actividades educativas, campañas de salud y proyectos orientados a generar un impacto positivo en las comunidades cercanas a la Central Solar Fotovoltaica Illa, considerada la planta solar en construcción más grande del Perú. Iniciativas como esta refuerzan la idea de que la transición hacia una energía limpia no solo es técnica, sino también social y educativa.
