Lima, noviembre de 2025.- El crecimiento acelerado de los data centers en el Perú ha puesto en el centro del debate su consumo de agua, un recurso cada vez más escaso en un país vulnerable al estrés hídrico. A medida que la demanda digital aumenta, también lo hace la necesidad de enfriamiento de servidores y equipos críticos, lo que obliga a la industria a replantear sus modelos operativos para reducir su impacto ambiental sin comprometer la continuidad del servicio.
Según la International Energy Agency (IEA), los centros de datos pueden utilizar hasta 1,8 litros de agua por cada unidad de energía consumida, principalmente en procesos de enfriamiento y mantenimiento. Esta cifra resulta especialmente relevante en el contexto peruano, donde la disponibilidad de agua no es homogénea y existen zonas con alta presión sobre el recurso. Por ello, optimizar el uso del agua se ha convertido en un factor clave tanto para la sostenibilidad como para la eficiencia operativa del sector tecnológico.
Además del volumen de consumo, los especialistas advierten que la huella hídrica de los data centers no solo depende de la cantidad de agua utilizada, sino también de la tecnología empleada, el diseño de la infraestructura y la capacidad de monitorear y reutilizar el recurso. En este escenario, la innovación aparece como una oportunidad para transformar un desafío ambiental en una ventaja competitiva.
Tecnología y sostenibilidad en los centros de datos
“Los centros de datos son la columna vertebral de la economía digital y, al mismo tiempo, uno de los sectores con mayor oportunidad para innovar en sostenibilidad”, señala Juan Pablo Contreras, director de la División de Tratamiento de Aguas para la Manufactura en Ecolab LASC. De acuerdo con el especialista, existen soluciones tecnológicas que permiten reducir drásticamente el consumo de agua, mejorar la eficiencia energética y disminuir la huella de carbono asociada a estas operaciones.
Entre estas alternativas destacan plataformas avanzadas de gestión hídrica que combinan monitoreo en tiempo real, análisis predictivo y sistemas de enfriamiento más eficientes. Estas herramientas no solo optimizan cada litro utilizado, sino que también contribuyen a una operación más estable y resiliente frente a escenarios de escasez o mayores exigencias regulatorias.
Soluciones para reducir el consumo de agua en data centers
Contreras identifica tres enfoques tecnológicos que marcan un cambio significativo en la forma en que los data centers gestionan el agua:
Uno de ellos es 3D TRASAR for Direct to Chip, una tecnología que permite enfriar directamente los chips de los servidores, eliminando la necesidad de grandes volúmenes de agua propios de los sistemas de enfriamiento tradicionales. Al operar mediante circuitos cerrados y un monitoreo continuo, esta solución reduce la demanda de agua fresca y mejora la estabilidad térmica de los equipos críticos, lo que también se traduce en mayor eficiencia energética.
Otra alternativa es el desarrollo de centros de datos flotantes y el uso del agua natural del entorno. Este enfoque aprovecha fuentes naturales mediante sistemas flotantes o módulos adaptativos, lo que disminuye la dependencia de redes municipales y potencia la reutilización del agua. Si bien su implementación requiere un diseño específico y evaluaciones ambientales rigurosas, representa una opción viable para ciertas ubicaciones y contextos operativos.
La tercera solución es 3D TRASAR for Adiabatic Cooling, diseñada para sistemas de enfriamiento adiabáticos. Esta tecnología controla y optimiza cada gota de agua empleada, evitando desperdicios y asegurando condiciones operativas seguras. Su capacidad predictiva permite realizar ajustes automáticos para minimizar el consumo hídrico sin afectar el desempeño de los equipos, incluso en escenarios de alta demanda.
Beneficios operativos y ambientales comprobados
La implementación de plataformas como 3D TRASAR™ ya ha demostrado resultados concretos en industrias intensivas en el uso de agua, como la papelera, donde se han logrado ahorros de millones de litros al año. Estos beneficios son replicables en los centros de datos y generan impactos positivos en distintos niveles.
Entre los principales resultados se encuentran la reducción significativa del consumo de agua y una mayor reutilización del recurso, la disminución de emisiones de carbono gracias a sistemas de enfriamiento más eficientes y un ahorro operativo derivado de la detección temprana de desviaciones e ineficiencias en tiempo real. Además, estas tecnologías fortalecen la resiliencia de las operaciones frente a escenarios de estrés hídrico o a un entorno regulatorio cada vez más exigente.
En un contexto de aceleración digital, la gestión eficiente del agua en los data centers será un factor decisivo para la competitividad y sostenibilidad del sector tecnológico peruano. La adopción de tecnologías avanzadas no solo responde a una responsabilidad ambiental, sino que también abre el camino para un crecimiento más responsable, resiliente y alineado con los desafíos ambientales que enfrenta el país.
