Controles parentales y educación digital contra riesgos cibernéticos

Controles parentales ante peligros ciberneticos1

Lima, octubre de 2025.- El acceso temprano de niños y adolescentes a internet y redes sociales incrementa su exposición a delitos y agresiones digitales. En el Perú, muchos menores crean perfiles desde los 8 o 9 años sin orientación sobre privacidad ni acompañamiento familiar, lo que incrementa la vulnerabilidad frente a prácticas como el grooming, el ciberacoso y la suplantación de identidad.

Especialistas advierten que el uso masivo de dispositivos móviles y la falta de supervisión han configurado un escenario de alto riesgo para el bienestar digital y emocional de los menores. Royer Rojas Malasquez, docente de Ingeniería de Sistemas e Informática de la Universidad Norbert Wiener, sostuvo que los factores de riesgo aumentan cuando los padres desconocen qué contenidos consumen sus hijos, cuánto tiempo permanecen conectados y con quién interactúan.

Entre las amenazas más frecuentes destaca el grooming, cuando adultos se hacen pasar por menores para generar vínculos con fines de abuso. También preocupa el ciberacoso, que incluye insultos, hostigamiento y difusión no autorizada de imágenes; la exposición a contenido inapropiado o violento y los fraudes digitales mediante enlaces falsos en aplicaciones de mensajería, videojuegos o redes sociales. Otra tendencia creciente es la suplantación de identidad a partir de fotografías y datos personales que los adolescentes publican sin control.

Ante este panorama, los controles parentales se posicionan como herramientas clave dentro de la prevención digital. “Funcionan como un cinturón de seguridad. Ayudan a limitar el acceso a contenido peligroso y regulan el tiempo de exposición, pero no reemplazan la educación ni el diálogo familiar”, explicó Rojas. Estos mecanismos se encuentran disponibles en celulares, tablets, consolas de videojuegos y routers domésticos, y permiten gestionar permisos de descarga, navegación y uso de aplicaciones.

Los especialistas recomiendan tres niveles de protección según la edad y madurez del menor:

  1. Configuraciones nativas en dispositivos y routers que filtran contenido, restringen compras y limitan tiempo de pantalla.
  2. Software especializado como Qustodio o Family Link, que ofrece monitoreo de redes sociales, ubicación y horarios de uso.
  3. Opciones integradas en plataformas como Modo Restringido en YouTube, sincronización familiar en TikTok o perfiles infantiles en consolas de videojuegos, que fortalecen la protección desde el origen del contenido.

Además de la regulación tecnológica, se requiere fortalecer la educación digital dentro del entorno familiar. Rojas aconseja que los padres mantengan una comunicación constante y sin juicios para generar confianza y acompañen las experiencias en línea de los menores. Conocer los videojuegos que usan, los creadores de contenido que siguen y participar en algunas de sus actividades digitales facilita la detección temprana de amenazas.

Otra estrategia recomendada es el Pacto Digital Familiar, un acuerdo que establece reglas claras sobre horarios, privacidad y zonas libres de tecnología. Su aplicación promueve responsabilidades compartidas y previene conflictos. “La verdadera protección se construye en tres niveles: control, educación y confianza. El control técnico es la valla, la educación es la base y la confianza es el cemento que mantiene unida la relación. El objetivo no es criar hijos vigilados, sino empoderados para tomar decisiones inteligentes en el mundo digital”, afirmó el docente.

El reto para las familias peruanas es acompañar la evolución tecnológica con criterios formativos y presencia parental. La protección digital no se limita a bloquear riesgos, sino a desarrollar en los menores habilidades críticas que les permitan identificar peligros, cuidar su identidad y construir una ciudadanía digital responsable.

Related Post