¿Cómo mejorar tus presentaciones orales? Claves del lenguaje no verbal
Lima, agosto de 2025.- El éxito de una presentación oral no depende solo de lo que se dice, sino también de cómo se dice. El lenguaje no verbal —es decir, la postura, los gestos, la mirada y el movimiento— representa hasta el 70 % de la comunicación universal, según explica Ana Vega, coordinadora académica de la Facultad de Educación de la Universidad Tecnológica del Perú (UTP).
Este componente, muchas veces subestimado, es decisivo en exposiciones académicas, charlas profesionales, entrevistas o cualquier contexto donde el mensaje deba impactar. “Hablar bien es importante, pero comunicar con el cuerpo es lo que marca la diferencia”, asegura Vega.
El cuerpo también comunica
El lenguaje no verbal abarca diversos elementos:
- Postura corporal
- Contacto visual
- Gestos con las manos
- Expresión facial
- Desplazamiento escénico
Estos aspectos, combinados con una adecuada preparación del contenido, potencian la claridad y el poder del mensaje.
“Una postura erguida y segura transmite confianza; una encorvada, inseguridad”, señala Vega, quien enfatiza que la forma en la que una persona se muestra frente al público puede reforzar —o debilitar— su credibilidad.
La mirada, un puente con la audiencia
El contacto visual cumple un rol central. “Los ojos son el lenguaje del alma. Recorrer la mirada por todo el auditorio con seguridad y sin evasión refuerza el mensaje. En cambio, mirar al piso o hacia los costados puede transmitir falta de preparación”, explica la docente.
Mantener la conexión visual genera cercanía, atención e interés. También evita la monotonía y crea una interacción más directa entre expositor y audiencia.
Gestos y expresión: aliados de la claridad
Los gestos de las manos ayudan a subrayar conceptos clave y aportan dinamismo al discurso. Sin embargo, deben ser naturales y estar en sintonía con el contenido. Por su parte, la expresión facial debe reflejar lo que se comunica verbalmente.
“Mil veces mejor una sonrisa que un ceño fruncido”, aconseja Vega, y añade que caminar con naturalidad en el escenario —sin exageraciones— crea una atmósfera de confianza. “Los gestos deben poder abrazar a todo el auditorio”.
Un lenguaje coherente tiene más impacto
La combinación armónica entre lenguaje verbal y no verbal multiplica el impacto del mensaje. “Son las dos caras de una misma moneda. La coherencia entre ambos impacta fuertemente en la audiencia”, afirma Vega. Una gran idea puede perder fuerza si el cuerpo no la acompaña con seguridad, claridad y empatía.
Comunicación integral: una habilidad clave
En un mundo donde las habilidades comunicativas son cada vez más valoradas, dominar el lenguaje no verbal es tan importante como el contenido mismo. Las universidades, centros educativos y empresas reconocen que una presentación efectiva no solo transmite información, sino también emociones, liderazgo y profesionalismo.
Vega finaliza con un mensaje clave: “Toda persona que realice presentaciones debe aprender a dominar su lenguaje corporal. Es un aliado poderoso para conectar, inspirar y convencer”.