Cinco razones por las que se necesita la educación ambiental en los jóvenes
El cambio climático es una de las amenazas más graves que enfrenta el mundo en la actualidad. A fin de abordar este problema, la educación es un factor esencial para generar conciencia ambiental que impulse prácticas sostenibles y combatir sus efectos. En efecto, la cuarta semana del mes de octubre de cada año, se conmemora en nuestro país, la Semana de la Educación Ambiental, espacio propicio para promover y reforzar el cuidado del entorno en el que vivimos.
La educación puede conseguir un cambio de actitudes y conductas en las personas. El desarrollo de campañas de sensibilización, formación ambiental y proyectos comunitarios son herramientas claves para promover la participación pública. Sin embargo, tener mayor incidencia en los jóvenes forja un círculo virtuoso, que, como futuro de la humanidad, serán el ejemplo de las nuevas generaciones.
Un sondeo de UNICEF en 2021 indicó que el 65% de los jóvenes encuestados en 21 países se sienten muy preocupados por el cambio climático y el estado del medioambiente. Por ello, este segmento conforma una fuerza alentadora importante en la lucha por la sostenibilidad y la protección del planeta.
El compromiso de la juventud para hacer frente a los efectos del cambio climático es cada vez más evidente. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el 65% de las personas entre 18 y 35 años considera que el cambio climático es una emergencia mundial y este porcentaje crece en menores de 18 años, por lo que, la transición hacia una sociedad más sostenible hace viable la creación de agentes de cambio.
Las principales razones por las que se necesita una educación ambiental en los más jóvenes son:
- Los jóvenes son el futuro. Educar a las nuevas generaciones sobre la importancia del cuidado ambiental ayuda a crear adultos concientizados que actúen a favor del medio ambiente.
- Los hábitos se fijan desde pequeños. Si los niños y adolescentes aprenden a valorar la naturaleza y a vivir de forma sostenible, es más probable que mantengan esos hábitos en la edad adulta.
- Educan a sus familiares. A menudo, los jóvenes llevan los conocimientos ambientales a sus hogares, recordando a sus padres o abuelos, la importancia de reducir, reusar y reciclar.
- La alta recepción de los más jóvenes en la etapa escolar o universitaria es ideal para introducir conceptos ambientales, porque los estudiantes están ávidos de aprender nuevas cosas.
- Permite formar futuros líderes ambientales. La educación ambiental siembra las semillas para que los jóvenes se conviertan en defensores del medio ambiente.
En este marco, destaca una iniciativa que centra sus esfuerzos en el público juvenil para impulsar la conservación de la Amazonía, una región que ocupa el 62% del territorio nacional. Se trata de Consecuencias, una campaña del proyecto Prevenir de USAID junto a diversos aliados como el Ministerio del Ambiente, SERNANP, OSINFOR, SERFOR, entre otras organizaciones del sector público y privado que comparten la misión de sensibilizar a jóvenes peruanos sobre el impacto de los delitos ambientales.
La concientización juvenil es clave para frenar acciones ilícitas como la tala ilegal, que actualmente produce el 37% de toda la madera del Perú; el tráfico ilícito de fauna silvestre, que aparta de su hábitat a más de 340 especies cada año; y la minería ilegal, que, junto a la informal, que ha deforestado más de 100,000 hectáreas en las últimas décadas, solo en Madre de Dios.
Hoy en día, Consecuencias se encuentra en su tercer lanzamiento. En sus dos primeras ediciones, la campaña logró sumar el respaldo de más de 30 organizaciones aliadas, más de 60 artistas, influencers y líderes de opinión, además de lograr que alrededor del 80% de jóvenes reconozca la campaña en las principales regiones amazónicas como Loreto, Ucayali y Madre de Dios. Pueden conocer más en www.consecuencias.pe y sumarse al movimiento en sus redes sociales.