Lima, noviembre de 2025.- La detección temprana y el acceso a tratamientos especializados han transformado el pronóstico del cáncer en el país. Aunque las proyecciones de GLOBOCAN (2022) estiman que hacia 2030 tres peruanos recibirían un diagnóstico cada día, las cifras de supervivencia muestran un panorama alentador: el 74.3% de pacientes logra superar la enfermedad, de acuerdo con el Área de Riesgos Técnicos de Oncosalud (2024).
El incremento de diagnósticos no necesariamente evidencia un aumento de casos. Según los especialistas, refleja que cada vez más personas consultan al médico en etapas más tempranas, lo que permite iniciar el tratamiento oportunamente y mejorar significativamente los resultados.
¿Qué es la tasa de sobrevida y por qué importa?
La tasa de sobrevida representa el porcentaje de personas que permanecen con vida después de un diagnóstico de cáncer en un periodo determinado, usualmente cinco o diez años. Este indicador permite evaluar la efectividad de los tratamientos y la capacidad de respuesta del sistema de salud.
Por ejemplo, una sobrevida del 70% significa que 70 de cada 100 pacientes continúan con vida cinco años después del diagnóstico. A nivel global, estos resultados varían según el tipo de cáncer, el estadio en el que se detecta y la calidad de atención recibida. En comparación, Estados Unidos reporta un 69% de supervivencia, según la American Cancer Society, y el Reino Unido alcanza el 55%, según el Nuffield Trust.
El modelo peruano que cambia la historia del cáncer
Oncosalud ha logrado resultados comparables —e incluso superiores— a los de países desarrollados gracias a un enfoque médico integral que combina especialización, tecnología avanzada y tratamientos personalizados. Este modelo ha demostrado ser decisivo para mejorar la tasa de supervivencia.
1. Médicos altamente especializados
Los equipos multidisciplinarios son hoy un estándar internacional. En lugar de decisiones aisladas, oncólogos, cirujanos, radiólogos, genetistas y patólogos analizan cada caso en conjunto.
“El estándar mundial ya no es el consultorio individual, sino el trabajo en equipo. La mirada de distintos especialistas cambia los resultados del paciente”, explica la doctora Denisse Bretel, gerente médico del Centro Bienestar Auna.
Esta coordinación permite elegir terapias más precisas y reducir el margen de error al momento de definir el plan de tratamiento.
2. Tecnología avanzada para diagnósticos precisos
La incorporación de herramientas de última generación también ha marcado un antes y un después. Desde laboratorios de biología molecular capaces de analizar el ADN del tumor hasta equipos como PET-Scan, aceleradores lineales y tomógrafos digitales, hoy los diagnósticos son más rápidos, completos y exactos.
A esto se suma el uso de historia clínica electrónica multisedes, que permite a los especialistas coordinarse y acceder de manera segura y ágil a los antecedentes de cada paciente. La interoperabilidad reduce tiempos, evita duplicidad de exámenes y acelera la toma de decisiones.
3. Tratamientos personalizados que aumentan la efectividad
El tratamiento oncológico dejó de ser uniforme. El enfoque actual considera la edad del paciente, sus comorbilidades y las características moleculares del tumor. Con ello, los médicos pueden seleccionar esquemas más eficaces y con menor riesgo.
Gracias a este modelo, Oncosalud busca que cada paciente inicie su tratamiento en los plazos más cortos posibles tras el diagnóstico, un contraste importante frente a los tiempos más largos que suelen observarse en el sistema público.
Más diagnósticos, más vidas que pueden salvarse
El aumento de diagnósticos no debe interpretarse como una mala noticia. Al contrario, revela que más personas acceden a chequeos preventivos y llegan al especialista en fases tempranas, cuando las probabilidades de éxito son mayores.
“Detectar más cáncer no necesariamente significa que haya más enfermedad, sino que estamos diagnosticando antes y salvando más vidas. Cada vez más personas acceden a chequeos preventivos y llegan al oncólogo en etapas iniciales. Esa es la razón por la cual hoy observamos una sobrevida del 74%”, subraya la doctora Bretel.
Gracias al trabajo conjunto de especialistas, la modernización tecnológica y la personalización de las terapias, el cáncer dejó de ser una sentencia. Con el enfoque adecuado, es una enfermedad que puede controlarse y superarse.
