Lima, septiembre de 2025.- Con la llegada de la primavera, muchas familias disfrutan de actividades al aire libre, pero esta temporada también incrementa la exposición a agentes que desencadenan alergias en bebés y niños pequeños. Según ESSALUD, alrededor del 40% de la población infantil presenta cuadros de rinitis, una de las afecciones alérgicas más comunes, que suele intensificarse durante los cambios de estación.
La rinitis alérgica ocurre cuando el sistema inmunológico interpreta alérgenos como polvo, ácaros, moho o polen como invasores. La Academia Americana de Pediatría (AAP) explica que estos elementos suelen concentrarse en alfombras, peluches, colchones y cortinas. A diferencia de un resfriado, los síntomas de la alergia —como estornudos, congestión o lagrimeo— suelen prolongarse si la exposición continúa y no vienen acompañados de fiebre.
La pediatra Ana Cecilia Vidal recomienda que los padres estén atentos a si los síntomas aparecen de forma repetitiva en la misma época del año y que, ante la duda, se consulte a un especialista para un diagnóstico adecuado. “Lo recomendable es reducir la exposición a los agentes desencadenantes y mantener rutinas de cuidado que ayuden a prevenir o aliviar las molestias”, señala.
En colaboración con Babysec, la especialista comparte medidas preventivas que pueden ayudar a reducir los efectos de las alergias estacionales en bebés y niños menores de cinco años.
Dentro de casa
- Mantener ambientes libres de humo y humedad: evitar el tabaco y ventilar regularmente en horas de menor concentración de polen, como temprano en la mañana o en la noche.
- Realizar limpieza frecuente: usar aspiradoras con filtro y toallitas húmedas para prevenir la acumulación de polvo y ácaros, así como revisar que paredes y baños estén libres de humedad para evitar moho.
- Lavar ropa y sábanas con regularidad: se recomienda hacerlo semanalmente con agua caliente, incluyendo la ropa de cama y peluches.
Fuera de casa
- Cambiar la ropa al regresar de la calle: lavarla por separado para evitar que el polen permanezca en las telas.
- Asear al niño después del paseo: un baño ayuda a eliminar restos de polen y polvo de la piel y el cabello.
- Evitar áreas con alta concentración de alérgenos: reducir el tiempo en jardines muy florecidos o césped recién cortado.
Adoptar estas prácticas puede marcar la diferencia en la calidad de vida de los pequeños durante los cambios de estación. La prevención y la consulta temprana con un pediatra son claves para proteger la salud infantil frente a las alergias estacionales.