¿Cómo ayudar a afrontar una mudanza a un niño?
Para un niño, un cambio de casa puede ser una gran fuente de angustia y ansiedad, ya que siente que lo están despojando de todo aquello que le da seguridad: su cuarto, el barrio, los amigos, el colegio, entre otras cosas. Cuando los pequeños tienen menos de 3 años, este proceso suele ser más llevadero porque se adaptan más rápido; sin embargo, cuando son más grandes, es recomendable involucrarlos para que enfrenten este proceso de la mejor manera. La Mag. Mary Castro, psicóloga de la Clínica Ricardo Palma, brinda algunos consejos al respecto.
Cuéntele a su hijo que pronto se cambiarán de domicilio. Hágalo empleando un tono cálido y sereno, y responda a todas sus preguntas. Recuerde que, al ser un niño, definitivamente el cambio lo afectará.
Llévelo a conocer lo que será su nuevo hogar. Enséñele su habitación y los espacios que compartirá con la familia. Invítelo a imaginar todo lo que podrán hacer ahí. Pregúntele cómo le gustaría decorar su dormitorio.
Hagan un recorrido por los alrededores del inmueble. Esto le permitirá identificar los parques, tiendas y lugares de recreación de la zona.
Deje que su hijo sea parte del cambio. Invítelo a ordenar sus objetos personales y a elegir qué quiere llevar y qué desea donar. Pídale también que lo ayude a empacar su maleta. De esta manera, se sentirá motivado y el proceso será más amigable.
Una vez en la nueva casa, escuche con atención sus comentarios y sugerencias. Esto le hará sentir que lo toman en cuenta, lo que reducirá la tensión del cambio.
Sea comprensivo si su hijo tiene cambios de humor. Es probable que, al mudarse, pierda contacto con algunas amistades o que la distancia al colegio sea mayor, lo que podría incomodarlo.
Acompáñelo en el proceso de adaptación a su nuevo hogar. Sea paciente.
Siga estos consejos para que la mudanza sea más sencilla para su engreído. ¡Mucha suerte!