Lima, diciembre de 2025.- Ante el incremento de infecciones respiratorias y la presión creciente sobre los servicios de salud, el Ministerio de Salud (Minsa) activó una alerta epidemiológica nacional por el riesgo de ingreso y propagación de enfermedades provenientes del extranjero, entre ellas la Influenza H3N2. La medida busca fortalecer la vigilancia y la prevención, en un contexto marcado por la temporada de invierno en el hemisferio norte y el aumento de consultas en emergencias y atención ambulatoria.
La Influenza H3N2, específicamente el subclado K, presenta síntomas similares a los de una gripe común, pero puede generar complicaciones respiratorias en personas con factores de riesgo. Por ello, especialistas insisten en reforzar las medidas preventivas y en no postergar la consulta médica ante los primeros signos de la enfermedad.
Qué es la Influenza H3N2 y cuáles son sus síntomas
“La influenza A (H3N2) subclado K genera fiebre alta, malestar general, dolor muscular y tos persistente. En personas con factores de riesgo, la enfermedad puede derivar en complicaciones respiratorias como la neumonía”, explica el Dr. Luis del Águila, subgerente de Gestión de la Salud de Pacífico Salud.
A diferencia de un resfrío común, la influenza suele presentarse de manera súbita y con mayor intensidad. El impacto puede ser significativo cuando no se recibe atención oportuna, especialmente en poblaciones vulnerables, donde el riesgo de hospitalización aumenta.
Grupos con mayor riesgo de complicaciones
De acuerdo con organismos de salud pública, existen grupos que presentan una mayor probabilidad de desarrollar cuadros graves frente a la Influenza H3N2. Entre ellos se encuentran los niños menores de cinco años, adultos mayores, gestantes y personas con enfermedades crónicas, como asma, diabetes, afecciones cardiovasculares o sistemas inmunológicos debilitados.
“El problema no es solo el contagio, sino las complicaciones que pueden presentarse en estos grupos vulnerables”, advierte el especialista. En estos casos, una infección respiratoria puede evolucionar rápidamente y requerir hospitalización si no se detecta y trata a tiempo.
Medidas clave para reducir el contagio
Frente a la alerta epidemiológica, Pacífico Salud recomienda reforzar prácticas básicas que han demostrado ser efectivas para reducir la transmisión de la Influenza H3N2 y otras enfermedades respiratorias:
Vacunación anual contra la influenza, especialmente en personas pertenecientes a grupos de riesgo, como adultos mayores y pacientes con enfermedades crónicas.
Lavado frecuente de manos con agua y jabón o el uso de alcohol en gel cuando no se dispone de agua.
Higiene respiratoria, cubriendo boca y nariz al toser o estornudar, preferentemente con el antebrazo o un pañuelo desechable.
Uso de mascarilla si se presentan síntomas respiratorios o al permanecer en espacios cerrados y con aglomeraciones.
Ventilación adecuada de ambientes cerrados, priorizando la circulación de aire natural.
Evitar la automedicación y seguir siempre las indicaciones del personal de salud.
Reducir la exposición a lugares concurridos, donde la probabilidad de contagio es mayor.
“Las medidas preventivas y la vacunación pueden marcar la diferencia entre un cuadro leve y una complicación”, subraya el Dr. del Águila.
Importancia de la vigilancia y la vacunación
El especialista también recuerda que el país mantiene vigilancia activa frente a otras enfermedades prevenibles por vacunación, como el sarampión. En ese sentido, recomienda verificar que el esquema de inmunización esté completo, especialmente en niños, quienes pueden ser más susceptibles a infecciones y complicaciones.
La vacunación no solo protege a la persona inmunizada, sino que contribuye a reducir la circulación del virus en la comunidad, ayudando a proteger a quienes no pueden vacunarse o tienen defensas bajas.
Síntomas de alerta que requieren atención médica
Existen señales que no deben ser ignoradas y que ameritan una evaluación médica inmediata. Entre los principales síntomas de alerta se encuentran:
Fiebre alta o persistente.
Tos intensa o dolor torácico.
Dificultad para respirar.
Decaimiento marcado o signos de deshidratación.
Si los síntomas no muestran mejoría luego de 48 horas o se agravan, es fundamental acudir a un centro de salud para recibir una evaluación oportuna y evitar complicaciones mayores.
En un escenario de alerta epidemiológica nacional, la prevención, el reconocimiento temprano de los síntomas y la atención médica a tiempo se consolidan como herramientas clave para reducir contagios y proteger la salud individual y colectiva, concluye el especialista de Pacífico Salud.
