Perú enfrenta riesgos crecientes en sus suelos agrícolas

Dia Mundial del Suelo1

Lima, diciembre de 2025.- El Día Mundial del Suelo vuelve a poner en agenda la urgencia de proteger uno de los recursos más importantes para la seguridad alimentaria. En el Perú, diversas regiones presentan altos niveles de erosión, lo que incrementa la vulnerabilidad agrícola y exige acelerar la adopción de prácticas sostenibles y enfoques regenerativos.

En las últimas décadas, el país ha experimentado un avance significativo en el diagnóstico de la degradación de sus suelos. Estudios del Senamhi señalan que la costa norte, los Andes orientales y la selva alta concentran las zonas con mayor riesgo de erosión hídrica, producto de lluvias intensas y del uso inadecuado del suelo. Esta situación compromete directamente la productividad agrícola y la resiliencia de los ecosistemas.

De acuerdo con el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (MIDAGRI), la erosión afecta más de 127 millones 945 mil hectáreas en el territorio nacional, clasificadas en distintos niveles de severidad. Estas cifras evidencian la necesidad de fortalecer programas de conservación, manejo adecuado del territorio y adopción de tecnologías que protejan la estructura del suelo.

Además, diversos actores del sector agro vienen impulsando herramientas que permiten mejorar la salud del suelo y reducir la presión sobre los ecosistemas. Entre ellos destaca la participación de empresas que promueven soluciones productivas de bajo impacto, como Kumulus WG, un fungicida y acaricida biodegradable, o Kelpak, un bioestimulante vegetal que favorece el crecimiento radicular y la absorción de nutrientes. Ambas soluciones se integran a programas de capacitación en buenas prácticas agrícolas, manejo racional de insumos y técnicas regenerativas, que han permitido a productores mejorar la retención de agua y nutrientes, así como incrementar la productividad de sus cultivos.

Por otro lado, iniciativas como el programa global de agricultura regenerativa impulsado por BASF incorporan estrategias clave, entre ellas el manejo optimizado del nitrógeno, la rotación de cultivos y la implementación de coberturas vegetales. Estas acciones buscan mejorar la salud del suelo y reducir hasta un 30% las emisiones de CO₂ por tonelada de cultivo, contribuyendo a sistemas agrícolas más resilientes y sostenibles.

Para Flavia Zuleta, gerente de Soluciones para la Agricultura en Perú, el Día Mundial del Suelo es una fecha estratégica para recordar la magnitud del desafío: “El suelo es fundamental para nuestra vida y para el futuro del sector agrícola. Protegerlo no es solo una cuestión de productividad, sino de sostenibilidad y resiliencia. En un contexto de cambio climático, producir más con menos recursos exige ciencia, tecnología y buenas prácticas que garanticen alimentos para las próximas generaciones”.

En un país donde diversas zonas ya muestran señales críticas de degradación, la conservación y regeneración de los suelos se posiciona como una prioridad nacional. La articulación entre el Estado, el sector privado, la comunidad científica y los agricultores será determinante para construir sistemas agrícolas más sostenibles y proteger este recurso esencial para el futuro. Actuar hoy permitirá asegurar la disponibilidad de alimentos, la sostenibilidad del agro y el bienestar de las generaciones venideras.

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