La importancia de ser sostenibles con dataCenters verdes en el Perú

Gabriel Estay

Por: Gabriel Estay, director de Secure Power para el Clúster Andino

Por muchos años la sostenibilidad en la infraestructura digital fue vista como un ideal costoso y difícil de justificar. Los data centers, esas fábricas invisibles que sostienen el crecimiento del comercio electrónico, los servicios financieros y prácticamente toda interacción digital, eran sinónimo de alto consumo energético y huella ambiental significativa.

Hoy, en un mundo donde la sostenibilidad es sinónimo de aprovechar lo bueno y sacarle provecho, el data center sostenible ya no es un gesto reputacional ni un gasto adicional, sino un activo estratégico que impulsa eficiencia ahorra millones y genera valor medible. A esto se suma que, además de los temas económicos y ambientales, están las personas: cuando se instala un nuevo DataCenter, hay un impacto local relacionado a nuevas posiciones que requerirán mano de obra especializada y profesionales STEAM, lo que trae desarrollo y mejores perspectivas de vida a la gente que está cercana a un DataCenter y mejora la calidad de vida.

Si nos enfocamos en el Perú, donde la demanda de servicios digitales crece a doble dígito, esta transición es urgente. Modernizar los centros de datos no es solo una respuesta a las exigencias ambientales globales, sino una oportunidad concreta para fortalecer la competitividad del país en un mercado cada vez más dependiente de infraestructura confiable, eficiente y resiliente.

No es un mito que los operadores están migrando hacia tecnologías que permiten consumir menos y producir más. Equipos de climatización de alta eficiencia, UPS inteligentes y sistemas de gestión térmica avanzados pueden reducir hasta en 30% el uso energético, una cifra clave en un contexto en el que la electricidad representa el mayor costo operativo del sector.

La eficiencia ya no es solo un indicador técnico: es un factor de supervivencia. Un menor PUE (Power Usage Effectiveness) significa ahorros inmediatos, mayor capacidad disponible y la posibilidad de reinvertir en innovación.

Otro componente de esta transformación es la recuperación de calor. Lo que antes se liberaba a la atmósfera como un desecho inevitable, hoy se reutiliza para climatizar edificios, impulsar procesos industriales o incluso alimentar distritos energéticos. Este enfoque de economía circular está comenzando a explorarse en la región y será un diferenciador clave para quienes busquen cumplir metas ESG sin comprometer la rentabilidad.

No se puede optimizar lo que no se mide. Por ello, el monitoreo digital ha pasado a ser el corazón de la data center moderno. Plataformas de gestión energética, analítica en tiempo real, gemelos digitales y automatización permiten detectar fallas antes de que ocurran, optimizar flujos de aire, identificar sobrecargas y proyectar consumos futuros con precisión. La digitalización convierte a la data center en un organismo vivo, capaz de aprender de sus propios datos y operar de manera más inteligente cada día.

Las empresas peruanas que apuestan por infraestructuras sostenibles ya están viendo beneficios tangibles. Los ahorros operativos comienzan a reflejarse en retornos de inversión que pueden alcanzarse en menos de 24 meses, mientras que la modernización tecnológica aporta mayor estabilidad y resiliencia en un entorno donde cada minuto de inactividad implica pérdidas significativas. A ello se suma el acceso a incentivos fiscales y al creciente financiamiento verde disponible en la región, así como una reputación corporativa fortalecida, cada vez más determinante para inversionistas y clientes que exigen operaciones responsables. En este contexto, la sostenibilidad dejó de ser un costo para convertirse en una ventaja competitiva, un diferenciador de marca y, sobre todo, una apuesta inteligente para un futuro energético más estable y accesible.

La transformación digital del país no será posible sin data centers preparados para los desafíos energéticos del presente. Construir infraestructuras más eficientes, resilientes y sostenibles no es un lujo: es una condición para sostener el crecimiento económico, atraer inversión y asegurar que Perú avance hacia una economía digital robusta.

La invitación es clara, modernizar, innovar y asumir que la sostenibilidad no es un gasto, sino una inversión con retorno medible. Porque los data centers verdes no solo consumen menos energía: generan más futuro.

Related Post