Familia y adolescencia: cuatro claves para construir espacios seguros de crecimiento

familia con padres e hijos divirtiendose juntos en el sofa1

Lima, octubre de 2025.- La adolescencia es una etapa marcada por la búsqueda de identidad, autonomía y vínculos sociales, pero también por riesgos como la ansiedad, el consumo de alcohol y las conductas de riesgo. En este contexto, la familia se reafirma como el principal espacio de contención y desarrollo de los jóvenes. Así lo sostiene la Red Regional de Acción Preventiva para la Adolescencia y la Juventud, que identifica cuatro claves para fortalecer la resiliencia adolescente desde el entorno familiar.

“El acompañamiento familiar sigue siendo el factor protector más poderoso frente a los desafíos de la adolescencia. Cuando las familias ofrecen seguridad, estructura y pertenencia, los adolescentes desarrollan recursos emocionales y sociales que les permiten enfrentar la adversidad con mayor fortaleza”, comenta el psicólogo Raúl Márquez, vocero de la Red.

A continuación, el especialista detalla cuatro claves para construir y fomentar espacios seguros para los adolescentes:

  1. Seguridad emocional: Validar las emociones de los adolescentes y brindar disponibilidad afectiva permite generar un clima de confianza. “Esto implica la capacidad de la familia de identificar, reconocer y aceptar los estados emocionales de los jóvenes —positivos o negativos— sin cuestionarlos. La validación no solo es acompañar, sino también reconocer la valía del otro y reforzar su autoestima”, explica el vocero.
  2. Límites claros y negociados: Se debe buscar establecer normas que den seguridad y promuevan una autonomía responsable. Para Márquez, los límites son claves porque construyen la base de la autorregulación: al inicio los adolescentes requieren controles externos, que luego se transforman en un control interno. Una estructura clara desde la familia les permite aprender a regularse de manera autónoma.
  3. Sentido de pertenencia: Según el especialista de la Red, es fundamental fortalecer narrativas familiares que refuercen identidad, historia compartida y propósito de vida. La adolescencia es una etapa marcada por la búsqueda de identidad, y la construcción de relatos y proyectos comunes en el entorno familiar ayuda a consolidar esa identidad y dar un marco de pertenencia y seguridad emocional.
  4. Participación y corresponsabilidad: Finalmente, el psicólogo recomienda incluir a los adolescentes en la toma de decisiones familiares para desarrollar su autoestima. “Involucrarlos en decisiones pequeñas y progresivamente más complejas, así como en responsabilidades dentro del hogar, fortalece su capacidad de agencia, refuerza la autoestima y los prepara para tomar decisiones adecuadas en la vida adulta”, detalla.

Márquez indica que estas claves no buscan eliminar los conflictos, sino brindar herramientas para afrontarlos de manera constructiva. Asimismo, señala la necesidad de impulsar programas de prevención desde las escuelas, talleres de parentalidad positiva y formación de docentes en enfoques de resiliencia culturalmente sensibles.

“Fortalecer a las familias no es solo una apuesta ética, es una estrategia de salud pública y cohesión social. Desde la Red buscamos impulsar estos espacios e incluir en el currículo escolar temas de empoderamiento y prevención de actividades de riesgo. Además de fomentar entornos positivos a través del arte. Como especialistas, entendemos que una adolescencia resiliente es el resultado de entornos familiares que cuidan, acompañan y empoderan”, concluye.

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