La salud cardiovascular en Peru

Lima, setiembre 2025.- El Ministerio de Salud advirtió que en el país se registran más de 100 infartos diarios y que cerca del 30% de las víctimas fallece antes de recibir atención médica. Esta cifra revela la urgencia de fortalecer la prevención y la respuesta oportuna para salvar vidas.

El impacto de las enfermedades cardiovasculares no se limita al ámbito sanitario: también representa una carga económica y emocional considerable para las familias y el sistema de salud. Por ello, adoptar hábitos saludables es la estrategia más efectiva y rentable frente al tratamiento de un infarto.

“Un infarto puede ser evitado. La clave está en combinar hábitos saludables con controles médicos regulares”, señala Luis Antonio Gallegos, cardiólogo de Centros Médicos MAPFRE.

Entre las recomendaciones del especialista para reducir el riesgo cardiovascular destacan:

1. Estilo de vida saludable. Seguir una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras, cereales integrales y grasas saludables como pescado o aceite de oliva. A la par, reducir el consumo de sal, grasas saturadas y alimentos ultraprocesados.

2. Actividad física regular. Realizar al menos 30 minutos diarios de ejercicio moderado —como caminar, trotar, nadar o bailar— fortalece el corazón, mejora la circulación y ayuda a controlar la presión arterial y el peso corporal.

3. Control médico periódico. Medir la presión arterial, el colesterol y la glucosa en sangre al menos una vez al año permite detectar factores de riesgo a tiempo y tomar medidas preventivas antes de que sea tarde.

4. Cuidar el entorno físico en invierno. El frío puede aumentar el riesgo cardiovascular al provocar vasoconstricción y elevar la presión arterial. Se recomienda evitar cambios bruscos de temperatura, optar por bebidas tibias y usar ropa adecuada.

5. Manejo del estrés y descanso adecuado. El estrés crónico y la falta de sueño deterioran la salud cardiovascular. Técnicas como respiración profunda, yoga o mindfulness, junto con un descanso nocturno reparador, son aliados esenciales.

“La prevención es una tarea diaria. Adoptar pequeños cambios en la dieta, el ejercicio y el cuidado emocional puede evitar tragedias personales y aliviar la presión sobre el sistema de salud”, recuerda el vocero de MAPFRE.

Cuidar el corazón no requiere grandes sacrificios, pero sí compromiso. La diferencia entre ser una estadística más o una vida salvada depende de las decisiones que tomemos hoy.

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