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Transporte refrigerado silencioso: clave para reducir la contaminación acústica urbana

Lima, septiembre de 2025.- La contaminación acústica en las ciudades se ha convertido en una de las principales amenazas para la salud pública. El ruido del tránsito vehicular, desde motocicletas hasta camiones de reparto, impacta directamente en la calidad de vida de los ciudadanos. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el ruido es la segunda causa ambiental de problemas de salud, solo por detrás de la contaminación del aire, con consecuencias como trastornos del sueño, estrés crónico, deterioro cognitivo y enfermedades cardiovasculares.

En este escenario, la logística silenciosa emerge como un nuevo frente de innovación. Más allá de los avances en movilidad limpia y reducción de emisiones, el transporte refrigerado se posiciona como un sector clave, ya que representa una fuente significativa de ruido urbano, incluso durante horarios nocturnos en zonas residenciales.

“Ahora, además de garantizar eficiencia energética y sostenibilidad, es importante prestarle más atención al ruido generado por los equipos de refrigeración móvil, ya que también tiene un impacto directo en la calidad de vida urbana. La transición hacia soluciones eléctricas es un tema de responsabilidad social”, afirmó Ivan Collazo, gerente comercial de Thermo King Latinoamérica.

El problema del ruido en Lima y Callao

Un informe del OEFA que monitoreó 250 puntos en Lima Metropolitana y Callao reveló que el 90.2% de ellos supera el Estándar de Calidad Ambiental (ECA-Ruido). La principal fuente de esta contaminación sonora es el tránsito vehicular, donde influyen factores como el mal mantenimiento de unidades antiguas, el transporte informal, el uso indiscriminado de bocinas y la congestión en horas pico.

En este contexto, electrificar el transporte refrigerado y aplicar soluciones tecnológicas de bajo ruido se vuelve esencial, sobre todo en áreas sensibles como hospitales, escuelas y zonas residenciales.

Tecnologías para un transporte refrigerado silencioso

Entre las innovaciones que permiten reducir la contaminación acústica destacan:

  • Sistemas de refrigeración eléctrica, que eliminan motores diésel auxiliares.
  • Silenciadores y barreras acústicas, diseñados para contener y reducir el ruido.
  • Sensores inteligentes con geolocalización, que activan un modo “ultrasilencioso” en áreas sensibles.
  • Aislamiento acústico optimizado, que minimiza la propagación sonora en las unidades.
  • Integración con sistemas telemáticos, que permite monitorear el rendimiento térmico sin intervención humana.

Estas soluciones no solo cumplen con normativas cada vez más estrictas, sino que también responden a una demanda social por entornos urbanos más habitables y silenciosos.

Beneficios más allá del silencio

Los impactos positivos de un transporte refrigerado silencioso van más allá del confort acústico:

  • Mejora la calidad del sueño en zonas residenciales.
  • Reduce el estrés y la irritabilidad causados por el ruido constante.
  • Disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares asociadas a la exposición prolongada.
  • Favorece la aceptación social de operaciones logísticas en ciudades.
  • Facilita entregas nocturnas sin afectar la convivencia urbana.

La lucha contra la contaminación acústica ya no recae únicamente en la planificación urbana. La logística y el transporte refrigerado son hoy actores decisivos para construir ciudades más saludables y sostenibles.

“Incorporar vehículos refrigerados eléctricos no solo optimiza rutas y reduce emisiones, también amplía los horarios de operación sin generar molestias, fortalece la reputación social de las empresas y facilita la adaptación a normativas ambientales. Una entrega que no se escucha es una entrega que respeta el espacio común. En la logística del transporte refrigerado, el silencio es un factor que cada vez adquiere más relevancia, porque el bienestar urbano también se mide en decibeles”, concluyó Collazo.