Inteligencia Artificial vs Ciberseguridad: el reto del panorama empresarial actual
La irrupción de la Inteligencia Artificial (IA) ha transformado la sociedad en todos sus ámbitos, y la ciberseguridad no ha sido la excepción. Esta tecnología no solo despliega un abanico infinito de oportunidades para combatir el ciberdelito, sino que también, desafortunadamente, abre nuevas brechas para los atacantes. Por un lado, la IA permite automatizar la detección de amenazas, analizar grandes volúmenes de datos y responder a incidentes de forma más rápida y eficiente. Así pues, la IA también puede ser utilizada por los ciberdelincuentes para crear malware más sofisticado, lanzar ataques más específicos y evadir las medidas de seguridad tradicionales.
En ese sentido, la inteligencia artificial ha experimentado un crecimiento exponencial en la industria alimentaria del Perú. Por ello, el Congreso de la República ha promulgado la Ley 31814 para promover el uso de la IA en favor del desarrollo económico y social del país. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos regulatorios, existen desafíos persistentes en la implementación efectiva de estas medidas, especialmente en un entorno digital en constante evolución.
“En el ámbito de la ciberdelincuencia, la IA ha sido empleada de diversas maneras: ataques de phishing más personalizados, creación de malware altamente evasivo, uso del aprendizaje automático de la IA para eludir las defensas tradicionales, bots inteligentes para llevar a cabo ataques coordinados y el desarrollo de deepfakes con propósitos fraudulentos y de desinformación, son solo algunos ejemplos claros de cómo la IA se ha convertido en una herramienta clave para los criminales digitales», señaló Orlando Perea, gerente general de Noventiq Perú, firma especializada en transformación digital y ciberseguridad.
Aunque el panorama se torna más complejo, la IA ofrece una oportunidad para reforzar la ciberseguridad en empresas e instituciones. La capacidad de la IA para identificar patrones anómalos puede ayudar a anticipar posibles amenazas antes de que se materialicen, lo que permite a las empresas y organizaciones tomar medidas preventivas.
Ante este escenario, fomentar la colaboración para el uso ético de la IA es imprescindible para todos los actores de la sociedad. “Es crucial que todos los actores del ecosistema digital, desde gobiernos y empresas hasta ciudadanos, trabajen en conjunto para aprovechar las ventajas de la IA de manera responsable y mitigar los riesgos asociados a la ciberseguridad. La colaboración público-privada es fundamental para desarrollar marcos legales sólidos, promover la educación y el conocimiento sobre la IA, e invertir en investigación y desarrollo de tecnologías de seguridad más robustas,” agregaron desde Noventiq.
De esta manera, la IA es una herramienta poderosa que tiene el potencial de transformar el mundo digital solamente si su uso es acompañado por una profunda reflexión sobre las responsabilidades éticas y los desafíos en materia de ciberseguridad. Mediante un trabajo conjunto y una visión responsable, se podrán aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece la IA, construyendo un futuro digital más seguro y próspero.