Economía circular en Perú: 5 claves para que las empresas avancen hacia el cero desechos
Lima, mayo de 2025. – Aunque el 87 % de las empresas peruanas reconoce los beneficios de la economía circular, solo el 25 % ha comenzado a aplicarla en sus operaciones, según el Ministerio del Ambiente. A pesar del avance normativo, persisten barreras como brechas técnicas, infraestructura limitada y falta de articulación intersectorial.
En este contexto, la Nueva Hoja de Ruta hacia una Economía Circular al 2030 representa un avance importante en la política pública ambiental del país. El documento promueve una transformación productiva que prioriza eficiencia, trazabilidad y sostenibilidad.
Patricia Larios Francia, profesora de la Universidad del Pacífico e investigadora del CIUP, explica:
“La hoja de ruta no solo establece metas, sino que invita a co-crear soluciones junto al Estado, la academia y la sociedad civil. El cambio sistémico requiere un enfoque multisectorial.”
Cinco acciones clave para alcanzar el modelo “cero desechos”:
- Ecodiseño de productos: diseñar pensando en durabilidad, modularidad y reciclaje para reducir el impacto ambiental desde el inicio.
- Responsabilidad Extendida del Productor (REP): asegurar que los productores gestionen el destino final de sus productos y envases, incluso en exportaciones.
- Digitalización y trazabilidad: aplicar tecnologías como IoT y blockchain para optimizar recursos y reducir pérdidas en la cadena productiva.
- Alianzas con recicladores y proveedores sostenibles: trabajar con actores locales para asegurar cadenas de suministro inclusivas y responsables.
- Capacitación interna: fomentar una cultura corporativa de sostenibilidad que involucre activamente a todos los niveles de la empresa.
Larios añade:
“El compromiso declarativo no basta. Se requiere rediseñar procesos, invertir en capacidades y vencer resistencias culturales y financieras.”
Perspectivas al 2030
Entre 2025 y 2030 se espera que más empresas adopten el enfoque circular, especialmente las MIPYMES. Las políticas públicas impulsarán compras estatales sostenibles, innovación productiva y financiamiento verde.
“Estos avances mejorarán la resiliencia del país frente al cambio climático y fortalecerán la competitividad de las empresas en un mercado global cada vez más exigente”, concluyó Larios.
Adoptar el modelo de cero desechos es más que una obligación ambiental: es una oportunidad para innovar, reducir costos y liderar el cambio hacia una economía regenerativa y más justa.