«Donar sangre sin miedo: 6 mitos que debes dejar atrás»
Lima, mayo de 2025.- La donación de sangre es un acto solidario, rápido y seguro que salva vidas todos los días. Es vital para pacientes con cáncer, madres con complicaciones en el parto, accidentes o procedimientos quirúrgicos. Sin embargo, en Perú persisten varios mitos que desaniman a potenciales donantes y reducen las reservas disponibles en los centros de salud.
El Dr. Eddy Manrique, jefe del Banco de Sangre de la Clínica Ricardo Palma, explica y desmiente seis ideas erróneas comunes sobre este tema, con el objetivo de animar a más personas a convertirse en donantes voluntarios.
1. Solo se puede donar sangre en ayunas. FALSO.
Se recomienda haber ingerido un desayuno ligero y líquidos como agua, jugos o infusiones. Si se ha almorzado, se sugiere esperar unas cuatro horas antes de donar.
2. Después de donar hay que comer en abundancia. FALSO.
No es necesario cambiar la alimentación habitual. Lo ideal es beber más líquidos durante el día de la donación, evitando el alcohol.
3. Las personas mayores no pueden donar. FALSO.
La edad permitida para donar es de 18 a 60 años. Sin embargo, quienes ya son donantes repetitivos y se encuentran en buen estado de salud, pueden seguir donando hasta los 65 años.
4. No puedo donar si me tatué las cejas. FALSO.
Sí es posible donar, siempre que haya pasado al menos un año desde el tatuaje, ya sea en las cejas o cualquier otra parte del cuerpo.
5. Las mujeres no pueden donar si están menstruando. FALSO.
Pueden donar salvo que presenten sangrado muy abundante que baje su hemoglobina por debajo de 12.5 g/dL o si la menstruación les genera malestar significativo.
6. Las personas con presión alta no pueden donar. FALSO.
Las personas con hipertensión controlada (con uno o dos medicamentos) pueden donar. No es recomendable en casos de insuficiencia cardíaca, enfermedades cerebrovasculares o renales.
Derribar estos mitos puede marcar la diferencia para muchos pacientes que dependen de transfusiones. Convertirse en donante voluntario es una forma directa y concreta de salvar vidas.