Dolor, ardor y fiebre: cómo identificar a tiempo una infección urinaria
Lima, septiembre de 2025.- Las infecciones de las vías urinarias (IVU) son una de las afecciones más comunes entre las mujeres. Su anatomía, con una uretra más corta que la masculina y de apenas tres centímetros de longitud, facilita el ingreso de bacterias. Además, el hábito de postergar la micción o evitar el uso de baños públicos aumenta el riesgo, ya que la orina permanece más tiempo en la vejiga y favorece la proliferación de microorganismos.
Entre los principales síntomas se encuentran la urgencia y frecuencia para orinar, el ardor durante la micción, molestias en la parte baja del abdomen y la sensación de vaciado incompleto de la vejiga. En casos más avanzados, cuando la infección asciende, pueden aparecer fiebre y malestar general. Así lo explica el doctor Ricardo Olavide, ginecólogo obstetra de la Clínica Ricardo Palma.
La detección temprana es clave. El diagnóstico de una IVU se confirma con un urocultivo, examen que permite identificar la bacteria causante y conocer su sensibilidad a los antibióticos disponibles. Ante la sospecha, se recomienda acudir a un especialista para realizar un análisis de orina y determinar el tratamiento adecuado.
En la mayoría de los casos, la terapia se inicia de manera empírica con antibióticos de uso frecuente, aunque luego puede ajustarse en función de los resultados del laboratorio, que suelen tardar entre tres y cuatro días. La elección del fármaco dependerá de la bacteria detectada y de la respuesta del organismo.
Prevenir una infección urinaria también es posible con hábitos sencillos pero efectivos. Los especialistas aconsejan beber suficiente líquido durante el día, orinar con frecuencia y evitar retener la orina, lo que reduce la probabilidad de que los gérmenes se multipliquen en el tracto urinario.
Las infecciones urinarias, aunque comunes, no deben subestimarse. Un diagnóstico oportuno y un tratamiento adecuado no solo alivian los síntomas, sino que evitan complicaciones que podrían afectar la salud renal a largo plazo.