Lima, diciembre de 2025.- Diciembre concentra uno de los mayores picos de gasto para los hogares peruanos y, al mismo tiempo, coincide con la llegada de ingresos extraordinarios como la gratificación, el retiro de la CTS y, en algunos casos, la disponibilidad de fondos de AFP. Según la Cámara de Comercio de Lima (CCL), durante la campaña navideña las personas destinan en promedio entre S/300 y S/350 a compras propias de la temporada, una cifra que refuerza la importancia de tomar decisiones financieras más conscientes.
Este ingreso adicional suele percibirse como un alivio para el presupuesto familiar. Sin embargo, cuando no existe una planificación previa, gran parte del dinero termina diluyéndose en consumo inmediato. Las compras impulsivas, el uso excesivo de pagos fraccionados y las decisiones de corto plazo hacen que estos recursos no generen un impacto real en la estabilidad financiera de los hogares.
Para Andrés Uribe, director de la Unidad de Vida – Ahorro e Inversión de MAPFRE Perú, este momento del año puede convertirse en una oportunidad clave si se modifica la forma de tomar decisiones económicas. “La gratificación, la CTS o un retiro de AFP no deberían verse como dinero para gastar rápidamente. Son ingresos que llegan en un momento estratégico del año y que, bien utilizados, permiten ordenar las finanzas personales, reducir deudas, protegerse frente a imprevistos y generar mayor tranquilidad financiera”, señala.
Además, Uribe enfatiza que la diferencia está en anticiparse. “Decidir con tiempo qué parte se destina al consumo y qué parte se usa para construir estabilidad a futuro marca un cambio significativo en la salud financiera personal”, explica.
Organizar antes de gastar
El primer paso para aprovechar mejor estos ingresos extraordinarios es revisar la situación financiera personal. Identificar deudas vigentes, gastos fijos y compromisos mensuales permite tener un panorama claro antes de realizar cualquier desembolso. Destinar una parte del dinero a reducir deudas con altos intereses, como tarjetas de crédito o préstamos de consumo, ayuda a aliviar la carga financiera y a iniciar el siguiente año con mayor margen de maniobra.
Por otro lado, priorizar el pago de obligaciones pendientes evita que los intereses sigan creciendo y libera recursos para otros objetivos financieros durante los meses siguientes.
El ahorro como prioridad inicial
Uno de los errores más frecuentes es esperar a ver cuánto dinero queda disponible después de gastar. Separar un porcentaje del ingreso apenas se recibe asegura un ahorro real y sostenido. Este hábito permite enfrentar imprevistos y avanzar hacia metas de corto y mediano plazo sin depender de créditos o endeudamiento futuro.
Uribe recomienda que, si luego de cubrir deudas y gastos básicos queda un excedente, este se destine a fortalecer el fondo de emergencia, una herramienta clave para mantener la estabilidad financiera.
La importancia de prever
Contar con un fondo de emergencia cambia de manera sustancial la forma en la que se toman decisiones económicas. Este respaldo reduce la necesidad de recurrir a préstamos ante situaciones inesperadas, como gastos médicos o urgencias familiares, y aporta tranquilidad para mantener el control del presupuesto a lo largo del año.
Los especialistas sugieren que este fondo equivalga, idealmente, a tres meses de ingresos, lo que brinda un colchón financiero suficiente para enfrentar escenarios imprevistos sin comprometer el ahorro ni la calidad de vida.
Proteger el dinero también es una inversión
Invertir en protección financiera es una decisión estratégica que suele postergarse. Sin embargo, contar con herramientas adecuadas permite enfrentar imprevistos sin desestabilizar el presupuesto ni comprometer los ahorros construidos. Los seguros de salud, vida o ahorro no solo brindan respaldo ante emergencias, sino que también facilitan una planificación financiera más sólida y previsible.
En ese sentido, destinar parte de la gratificación, la CTS o la AFP a mecanismos de protección puede evitar que un gasto inesperado se convierta en una carga financiera difícil de manejar.
La gratificación, la CTS y la AFP representan una oportunidad concreta para fortalecer hábitos financieros más saludables. Planificar, ahorrar y protegerse son pasos fundamentales para transformar estos ingresos temporales en bienestar financiero sostenible.
“No se trata de dejar de celebrar, sino de hacerlo con equilibrio. Una buena decisión hoy puede marcar la diferencia entre empezar el próximo año con tranquilidad o con preocupación financiera”, concluye Uribe. A través de la educación financiera, MAPFRE Perú busca acompañar a las personas en la toma de decisiones más informadas y orientadas a una mayor tranquilidad económica a lo largo del año.
