¿Cómo motivar la inclusión y el liderazgo femenino en el ambiente laboral?
La inclusión de mujeres en los ambientes laborales es uno de los mayores desafíos que se presenta en esta época. Actualmente con el avance de múltiples industrias, aún podemos encontrar una falta de presencia femenina, sobre todo en puestos directivos y gerenciales.
De hecho, un 60% de las ejecutivas líderes de Sudamérica consideran que los prejuicios y estereotipos de género siguen vigentes en sus respectivas compañías[1].
Esta situación es compleja debido a que, en la mayoría de empresas, aun cuando existen políticas y programas que buscan incentivar la participación y el liderazgo femenino, estas son insuficientes. En el Perú, apenas un 9.59% de mujeres ocupan cargos de liderazgo en empresas, con una permanencia en estos cargos de menos de la mitad de la permanencia que tienen los hombres en los mismos cargos de liderazgo. Ante esta situación ¿Cómo es posible motivar una verdadera inclusión y liderazgo femenino en el ambiente laboral? Frida Rosado, Gerente de asesoría jurídica en Konecta Perú, brinda los siguientes consejos:
- Incluir a mujeres en las tareas de gestión: En diversas ocasiones se presentan diferencias por género al momento de la delegación de tareas, es decir, independientemente de que tan capacitada pueda estar una mujer, muchas veces no reciben las mismas oportunidades para tareas de liderazgo como administrar un proyecto o representar a la empresa ante un cliente. Es importante que desde las empresas se permita que las mujeres demuestren sus capacidades y se les permita escalar a mejores posiciones. Esta acción no solo es beneficiosa para los involucrados, sino que para toda la organización en general porque mejora el ambiente laboral, impulsando que los equipos perciban un entorno de trabajo seguro en el que pueden demostrar su potencial y explotar toda su creatividad en la proposición de ideas, sin temor a prejuicios.
- Fomentar las oportunidades de formación: La formación in house, es decir, capacitaciones internas, ofrecen oportunidades de transformación y crecimiento para todos. Para liderar, es necesario tener habilidades personales, como comunicación y confianza, pero también conocimientos técnicos y herramientas que ayuden a gestionar y optimizar equipos. En ese sentido, es necesario que se estimulen programas de formación también en la planilla femenina, para así impulsar su crecimiento dentro de la compañía.
- Fomentar una cultura interna igualdad – friendly: Un cambio en la cultura interna de cualquier organización no es sencillo; no obstante, existen algunas acciones concretas que se pueden tomar a favor de esto. Por un lado, en cuanto a reformas laborales, como políticas para equiparar el número de mujeres y hombres en los equipos internos, o aplicar un enfoque de género en todos los procesos, desde la capacitación hasta los procesos de promoción, evaluación de desempeño y salarios. Por otro lado, con reformas que busquen mejorar las desigualdades que viven las mujeres en sociedad: como horarios flexibles para temas de apoyo familiar, o estructuras de carrera imparciales, que busquen construir un acceso igualitario a las oportunidades de promoción.
- Contratar a mujeres para desempeñar puestos de liderazgo: Para lograr fomentar una verdadera cultura empresarial de igualdad, es necesario como empresas ser los primeros en mostrar con el ejemplo que las mujeres sí pueden ser líderes. En muchas ocasiones vemos que hay muchas mujeres conformando parte de los equipos de una organización, pero al momento de verificar los puestos que ocupan, se puede ver que la mayoría se desarrolla en cargos administrativos u operativos, por lo que es necesario una mayor representación femenina en puestos de liderazgo y gerencia. Esto no significa contratar a alguien solo por su género, sino que se trata de alentar a las mujeres para ir asumiendo roles de mando y así impulsar el rol que el liderazgo femenino tiene en la cultura corporativa de la empresa.
“Trabajar los temas de género no debe ser solo un aspecto más en la estrategia de la empresa, sino que se debe tomar como un compromiso de las compañías en su cultura empresarial y en la sostenibilidad de los negocios. La construcción de una comunidad segura para todas y todos es necesaria para promover la igualdad de oportunidades, además de ser beneficiosa para las organizaciones en general, puesto que los colaboradores se sienten más motivados y comprometidos, lo cual eleva los niveles de productividad”, comenta Frida Rosado, Gerente de asesoría jurídica en Konecta Perú.