Cinco recomendaciones para mejorar la calidad de vida de los niños con autismo
Lima, agosto de 2025.- El autismo es un trastorno del desarrollo que afecta a una de cada 160 personas en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En el Perú, se registraron 91,884 casos atendidos durante 2024, lo que refuerza la importancia de brindar un entorno de apoyo y cuidado adecuado para los niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA).
“Entender y acompañar a un niño con autismo no es tarea fácil, pero con el apoyo adecuado, una rutina estable y el entorno correcto, podemos lograr que se desarrollen de manera plena y saludable. Es fundamental que cuenten con tratamientos médicos, terapias y apoyo psicológico que contribuyan a su desarrollo integral”, destacó Nandy Vega, subdirectora Médica de MAPFRE.
Brindarles una vida saludable no se limita a la atención médica, sino que también requiere herramientas para su bienestar emocional, social y físico. En este contexto, la doctora Vega propone cinco recomendaciones clave para padres y cuidadores:
1. Fomentar una rutina saludable.
Los niños con autismo responden mejor a rutinas consistentes. Establecer horarios para actividades como comidas, baño, juego y descanso ayuda a reducir la ansiedad y a mejorar la adaptación. Asimismo, se recomienda disminuir estímulos sensoriales abrumadores —como ruidos intensos o luces brillantes— y crear espacios tranquilos para su regulación.
2. Promover la actividad física y el juego.
El ejercicio regular es vital para el desarrollo físico y emocional. A través del juego, los niños con autismo pueden fortalecer habilidades motoras y sociales, además de reducir el estrés y la ansiedad. Actividades como nadar, caminar al aire libre o participar en juegos interactivos resultan altamente beneficiosas.
3. Priorizar la nutrición.
La alimentación balanceada es esencial para el crecimiento y el bienestar. Aunque algunos niños con autismo muestran selectividad alimentaria, es importante ofrecerles una dieta rica en nutrientes, vitaminas y minerales. Contar con la orientación de un nutricionista especializado puede garantizar una nutrición adecuada y un nivel de energía estable.
4. Estimular la interacción social en entornos seguros.
El desarrollo social puede ser un desafío, pero propiciar interacciones en espacios controlados favorece sus habilidades de comunicación y gestión emocional. Talleres, terapias grupales o actividades educativas permiten que aprendan a relacionarse de manera efectiva.
5. Ofrecer apoyo emocional y terapias especializadas.
Es fundamental que los niños con autismo reciban acompañamiento de profesionales que impulsen su desarrollo cognitivo y emocional. Terapias ocupacionales, de lenguaje y apoyo psicológico contribuyen significativamente a mejorar su calidad de vida. A ello se suma el compromiso y la constancia de los padres y cuidadores, quienes son pieza clave para su bienestar.
Con paciencia, empatía y las herramientas adecuadas, es posible marcar una diferencia real en la vida de los niños con autismo, ayudándolos a alcanzar su máximo potencial y a construir un futuro más inclusivo.