Huevos en loncheras: ¿Cómo preparar este alimento dependiendo de la edad en niños?
La desnutrición infantil en Perú presenta un panorama complejo con disparidades regionales, siendo las zonas rurales y las poblaciones indígenas las más afectadas. Entre las principales causas de esta problemática se encuentran la pobreza, la falta de acceso a agua potable y saneamiento, las inadecuadas prácticas de alimentación y cuidado infantil, y falta de acceso a alimentos nutritivos para niños menores de 5 años.
Entre esos alimentos se encuentra el huevo, debido a su gran valor nutricional y bajo costo. Esto lo convierte en una herramienta poderosa en la lucha contra la desnutrición infantil en Perú. Su consumo regular puede aportar múltiples beneficios para el desarrollo y crecimiento saludable de los niños, especialmente en contextos de pobreza y vulnerabilidad. No obstante, es importante tomar algunas consideraciones para su consumo dependiendo de la edad de los niños.
Para niños de 2 a 4 años. En esta etapa, los niños necesitan una mayor cantidad de calorías y nutrientes por kilo de peso corporal que los adultos. Los huevos son una excelente fuente de proteínas, vitaminas y minerales esenciales para su desarrollo, como la colina, el hierro y el zinc. Sin embargo, es importante que los huevos estén bien cocidos y que se corten en trozos pequeños para que los niños pequeños puedan comerlos sin riesgos.
“Los niños pequeños todavía están desarrollando sus habilidades motoras finas, por lo que es importante que la comida de la lonchera sea fácil de comer. Los huevos duros son una buena opción. De hecho, pelar este alimento funciona como un excelente ejercicio para contribuir al desarrollo de su motricidad”, destacó Sandra Wages, Consultora en nutrición humana del Asociación Peruana de Avicultura (APA).
Niños en edad escolar hasta los 10 años. Durante este periodo de la infancia, siguen necesitando una dieta rica en nutrientes, pero sus necesidades calóricas disminuyen un poco. Los huevos son una buena opción para proporcionarles energía durante el día. Es necesario recordar que lo más importante es que los niños disfruten de la comida y tengan una experiencia positiva con este alimento. Así, resultará útil poder combinar el huevo con otros productos saludables y generar platillos como tortilla de quinua con verduras, huevos revueltos con palta, muffins de huevo y espinacas, ensalada de huevo con verduras, entre otros.
Adolescencia. A partir de los 10 años, los adolescentes experimentan un crecimiento rápido y necesitan una dieta rica en calorías y proteínas. Ambos nutrientes los ayudarán a sentirse satisfechos y con energía durante el día. En esta etapa, pueden comer huevos de cualquier forma, incluyendo ensaladas con más ingredientes, sándwiches, entre otros.
“La adaptación de las loncheras debe considerar los requerimientos nutricionales de los niños, sus destrezas motoras y gustos. Para ello, se debe seleccionar recetas adecuadas y preparar la comida de forma segura garantiza que tus hijos reciban una comida nutritiva y deliciosa que les brinde energía durante el día”, añadió la especialista.
Inclusión de huevos en alimentación de niños de Cusco
Siendo un problema prevalente sobre todo en comunidades regionales, la desnutrición crónica también se encuentra presente en Cusco, donde casi el 10% de los niños menores a 5 años tiene prevalencia a este estado de salud, según información del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS). En este contexto, La Calera viene impulsando la campaña “Huevos para el Ande”.
Este proyecto busca mejorar la calidad vida de más de 3, 000 personas en las comunidades de Janac Chuquibamba y Quisuarani, brindándoles acceso a un alimento nutritivo y proteínas de alto valor biológico: el huevo. Ello, a través de la donación de gallinas y capacitaciones para que puedan producir huevos frescos para su consumo.