Lima, diciembre de 2025.- Los hospitales enfrentan un desafío permanente: mantener altos estándares de limpieza y, a la vez, reducir el impacto ambiental que generan sus operaciones. Alcanzar ese equilibrio requiere innovación, control riguroso y una gestión responsable de los recursos. En este contexto, la sostenibilidad hospitalaria no solo se relaciona con el cuidado del entorno, sino también con la salud, la seguridad y el bienestar de pacientes, personal médico y visitantes.
Según la Autoridad Nacional del Agua (ANA), Lima Metropolitana produce más de 23 000 toneladas de residuos biológicos y químicos provenientes de hospitales y clínicas cada año, de los cuales menos del 3% recibe un tratamiento adecuado. Esta realidad evidencia la necesidad de aplicar procesos de limpieza más sostenibles, estandarizados y seguros en todo el sistema de salud.
“Cada acción cuenta: reducir consumos, usar productos responsables o reforzar la capacitación del personal son pasos concretos hacia una gestión hospitalaria más segura y sostenible”, señaló María Elena Iturrizaga, gerente de Limpieza y Medio Ambiente del Grupo EULEN Perú.
A continuación, cinco prácticas clave que están transformando la limpieza hospitalaria sostenible en el país.
Reducir consumos sin comprometer la calidad
Implementar programas de ahorro de agua y energía dentro de las rutinas de limpieza contribuye a mejorar la eficiencia operativa. Los sistemas de dosificación inteligente permiten utilizar la cantidad exacta de productos químicos, evitando desperdicios y reduciendo emisiones derivadas de un uso excesivo.
Promover el uso de productos responsables
El trabajo con proveedores que ofrecen insumos certificados y ecoamigables permite disminuir la exposición del personal a agentes tóxicos y fomenta la utilización de materiales biodegradables. Este enfoque reduce riesgos ambientales y mejora la seguridad tanto de los equipos de limpieza como de los pacientes.
Gestionar adecuadamente los residuos
Una clasificación rigurosa de los residuos hospitalarios —separando los peligrosos de los reciclables— facilita un manejo más eficiente y minimiza los riesgos de contaminación. Asimismo, avanzar hacia la eliminación del plástico de un solo uso refuerza el compromiso con la economía circular y la reducción del impacto ambiental.
Apostar por la innovación tecnológica
El uso de sensores, herramientas de trazabilidad y sistemas de monitoreo en tiempo real permite verificar la efectividad de los procesos de limpieza y detectar puntos críticos relacionados con el riesgo de infección. Estas tecnologías fortalecen el control en áreas sensibles y optimizan recursos y resultados.
Invertir en capacitación especializada
La formación continua del personal en nuevas tecnologías, productos de limpieza y medidas de bioseguridad garantiza la aplicación adecuada de los protocolos. La capacitación constante también impulsa una cultura de prevención dentro de los establecimientos de salud.
En un escenario donde la eficiencia, la salud y la sostenibilidad están estrechamente vinculadas, “apostar por la limpieza sostenible es invertir en el futuro: entornos más saludables, procesos más inteligentes y un impacto ambiental cada vez menor”, concluyó Iturrizaga.