Cuando el cuerpo duele sin razón aparente: cómo entender el dolor neuropático

Imagen ilustrativa Dolor01 1
Business woman, neck pain and night in burnout, stress or fatigue by computer at office. Frustrated.

Lima, octubre de 2025.- El dolor neuropático, tanto central como periférico, constituye una de las condiciones más complejas dentro de la medicina del dolor. Los pacientes suelen describirlo como hormigueo, ardor o “alfileres y agujas”. Su impacto es tangible: interfiere con el descanso nocturno, dificulta actividades tan simples como caminar y se asocia a trastornos emocionales como ansiedad y depresión. Se estima que entre el 6,9% y el 10% de la población general padece de dolor neuropático.

En Perú, los datos también son contundentes: un estudio en pacientes con diabetes tipo 2 halló que el 60,5% presentaba neuropatía periférica dolorosa. Estas cifras reflejan la alta carga de enfermedad y la necesidad de un abordaje integral en el sistema de salud. Sin embargo, el dolor neuropático no se limita a esta enfermedad, pues también puede aparecer en casos de neuralgia postherpética o en pacientes con VIH.

“El dolor neuropático puede ser devastador. A menudo es malinterpretado por la falta de signos externos, pero quienes lo padecen viven con una carga constante que afecta tanto su salud física como mental. Por ello es clave su diagnóstico oportuno. Una herramienta importante para evaluar el dolor neuropático es la electromiografía (EMG) junto con los estudios de conducción nerviosa, ya que permite evaluar de manera objetiva la función de los nervios y la actividad eléctrica muscular”, señala el doctor Juan José Pereyra, neurólogo y médico de enlace científico de Adium Perú.

Claves para entender la enfermedad del dolor invisible

Los síntomas del dolor neuropático son diversos y a menudo desconcertantes. Entre los más comunes se encuentran sensaciones de quemazón, hormigueo, punzadas eléctricas, alodinia (dolor ante estímulos no dolorosos) e hiperalgesia (dolor exagerado ante estímulos leves). También pueden presentarse síntomas negativos, como pérdida de sensibilidad en determinadas zonas. Todo esto repercute directamente en la calidad de vida, limitando las actividades diarias y afectando tanto el entorno personal como laboral de los pacientes.

“Es fundamental que los pacientes no interrumpan su medicación y reporten cualquier evento adverso, ya que existen diversas alternativas y estrategias de dosificación para encontrar el régimen más adecuado y tolerable para cada persona. La consulta oportuna con un médico especialista es el primer paso para encontrar alivio y, en consecuencia, mejorar la calidad de vida”, afirmó el doctor Marco Narváez, especialista internacional en dolor.

El abordaje más eficaz requiere de un enfoque multidisciplinario que combine farmacoterapia, rehabilitación física y apoyo psicológico, con el fin de aliviar el dolor y reducir su impacto emocional y funcional. El dolor neuropático tiende a ser crónico y, aunque invisible a la vista, constituye un problema de salud pública. Su reconocimiento temprano y tratamiento adecuado no solo mejoran la calidad de vida de los pacientes, sino que también reducen la carga social y económica que representa este trastorno en muchos países de la región.

Cada 17 de octubre se conmemora el Día Mundial del Dolor, una fecha que busca generar conciencia sobre el impacto físico, emocional y social que provoca esta condición. Reconocer los síntomas y acudir a tiempo a un especialista puede marcar la diferencia entre una vida limitada por el dolor y una con mejor bienestar y funcionalidad.

Related Post