Lima, septiembre de 2025.- El corazón humano late unas 100,000 veces al día, impulsando la sangre a través de todo el cuerpo sin descanso, incluso durante el sueño. Su rendimiento varía de acuerdo con la edad, el nivel de actividad física y el estado de salud. Conocer cómo evoluciona y qué hábitos adoptar en cada etapa de la vida puede marcar la diferencia entre mantener una buena calidad de vida o enfrentar problemas cardiovasculares silenciosos pero de alto riesgo.
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), con aproximadamente 17,9 millones de fallecimientos al año. En Perú, el Ministerio de Salud (Minsa) confirma que constituyen la primera causa de muerte y representan la mayor carga de enfermedad.
La buena noticia es que nunca es tarde para empezar a proteger al corazón mediante hábitos sencillos, chequeos médicos oportunos y una alimentación saludable. “Las enfermedades cardiovasculares se gestan desde joven: lo que hagas a los 20 influye en cómo estará tu corazón a los 60. La prevención es acumulativa, cada década suma: los buenos hábitos protegen, los malos se acumulan”, señala la Dra. Miriam Villón Solano, docente de Medicina Humana de la Universidad Norbert Wiener.
A los 20 años: sembrar buenos hábitos
La juventud es la mejor etapa para construir un corazón fuerte y sano. En esta edad se recomienda:
- Mantener una alimentación equilibrada con frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y pescado.
- Realizar al menos 150 minutos de ejercicio aeróbico por semana.
- Dormir entre 7 y 9 horas diarias.
- Evitar el consumo de tabaco, vapeo, alcohol en exceso y drogas recreativas.
A los 40 años: reforzar y controlar
En la mediana edad, el organismo comienza a mostrar cambios como pérdida de elasticidad arterial, mayor rigidez de los vasos y riesgo de hipertensión o síndrome metabólico. Por ello es importante:
- Controlar periódicamente la presión arterial, el colesterol y la glucosa.
- Mantener la actividad física y un peso saludable.
- Reducir el estrés laboral y familiar con rutinas de descanso y recreación.
A los 60 años: prevenir complicaciones
En la adultez mayor, el riesgo cardiovascular es más elevado. Se recomienda realizar chequeos médicos anuales y seguir los tratamientos prescritos en caso de hipertensión, diabetes o colesterol alto. También conviene:
- Mantener una dieta cardiosaludable, baja en sal y azúcares simples.
- Practicar actividades seguras como caminatas, natación suave o yoga.
- Incorporar rutinas de fuerza y equilibrio para prevenir caídas.
- No suspender ni ajustar la medicación sin supervisión médica.
Señales de alerta en cualquier etapa
El cuidado del corazón debe ser constante. Síntomas como dolor en el pecho, falta de aire inusual, palpitaciones irregulares, fatiga extrema o antecedentes familiares de muerte súbita requieren atención inmediata. Ante cualquiera de estas señales, se recomienda acudir de inmediato al médico.