¿Qué es el 3-2-1-1-0 y por qué está evitando quiebras multimillonarias en todo el mundo?

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Lima, septiembre de 2025.- Los ataques cibernéticos —especialmente el ransomware— junto con los errores humanos, figuran entre las principales causas de pérdida de información en empresas de todos los tamaños. En Perú, solo en la primera mitad del 2025, se registraron más de 748 millones de intentos de ciberataques, con ransomware y phishing entre las amenazas más comunes, según datos reportados por Fortinet.

“Hoy en día una de las responsabilidades estratégicas más importantes que deben asumir los directorios de empresas es definir la gobernanza, supervisar la gestión de riesgos y aprobar los recursos necesarios en torno a la ciberseguridad con el objetivo de mitigar riesgos para el negocio”, comenta Luis Ladera, Director de Desarrollo de Negocios en DIMA.

Muchas organizaciones aún dependen de una única copia de información crítica almacenada en la nube, sin mecanismos de inmutabilidad ni pruebas periódicas de restauración. “Esa es la receta perfecta para terminar pagando rescates y, aun así, no poder volver a operar con rapidez”, advierte Ladera.

Frente a este panorama, subraya la importancia de adoptar la regla 3-2-1-1-0, una fórmula que consiste en mantener:

  • 3 copias de los datos,
  • en 2 tipos de medios distintos,
  • con 1 copia fuera en un lugar geográficamente separado,
  • 1 copia inmutable u offline (air-gap),
  • y lograr 0 errores comprobados en restauración.

La diferencia, afirma el especialista, muchas veces está en resolver una crisis en horas o enfrentar días de inactividad. “Sin inmutabilidad y sin pruebas automáticas, el backup es solo una promesa. La regla 3-2-1-1-0 se convierte en un compromiso verificable con el negocio”.

Además de mitigar el ransomware, la estrategia reduce el impacto de errores humanos, caídas de servicios en la nube y fallas de hardware. Para empresas pequeñas, medianas o grandes, la aplicación de esta regla es flexible: desde apoyarse en la nube y NAS modernos hasta implementar planes de recuperación en sitios alternos o arquitecturas multinivel con validaciones periódicas.

“Para las organizaciones que buscan garantizar su continuidad operativa en un entorno cada vez más complejo, adoptar la regla 3-2-1-1-0 se ha convertido en una necesidad estratégica. La clave está en implementar respaldos y asegurarse de que realmente funcionen cuando se necesiten”, concluye Ladera.

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