Salud

Cómo ayudar a una persona en crisis emocional y con riesgo de suicidio

Lima, septiembre de 2025.- El suicidio es una problemática de salud pública que requiere atención inmediata y un enfoque empático. Diversas razones pueden llevar a una persona a considerar esta salida extrema frente a sus conflictos: sentirse una carga para sus seres queridos, experimentar culpa persistente, atravesar episodios de inestabilidad emocional, aislarse de familiares y amigos o vivir en constante angustia, ira o frustración. Identificar estas señales de alerta y brindar apoyo emocional es fundamental para prevenir desenlaces fatales.

La Mag. Mary Castro, psicóloga de la Clínica Ricardo Palma, advierte que conversar con alguien con pensamientos suicidas puede resultar complejo, pero es esencial. Recomienda iniciar el diálogo con observaciones concretas que permitan a la persona abrirse y sentirse comprendida. También es importante ofrecer compañía, plantear estrategias desde una visión externa empática —respetando siempre sus emociones— y reforzar la idea de que cuenta con un entorno dispuesto a apoyarlo en su proceso.

Factores de riesgo

Entre los principales factores que pueden predisponer a una crisis emocional con riesgo de suicidio se encuentran los antecedentes de depresión u otros problemas de salud mental, el historial de suicidio en el núcleo familiar, la falta de vínculos afectivos sólidos y el consumo o abuso de sustancias como drogas o alcohol.

Por ello, los especialistas recomiendan fomentar relaciones sólidas y saludables desde la infancia, tanto en el ámbito familiar como en el social. Participar en comunidades con intereses compartidos, más allá de lo laboral, también fortalece la salud emocional. Asimismo, una autoestima adecuada, junto con habilidades para resolver problemas y tolerar el estrés, contribuye a mantener la estabilidad mental.

Romper mitos y estigmas

La especialista subraya la importancia de desmentir los mitos en torno a este problema. Creencias como “si lo dice, no lo hará”, “habla por hablar” o “solo quiere llamar la atención” representan en realidad gritos de ayuda que no deben ser ignorados. Restar importancia a estas expresiones solo incrementa el riesgo.

“El sufrimiento emocional no debe minimizarse porque no comprendamos su magnitud. Ser empáticos y brindar atención oportuna puede marcar la diferencia en la vida de alguien”, concluye Castro.

La prevención del suicidio implica escuchar sin juicios, acompañar con respeto y reforzar la idea de que pedir ayuda no es una muestra de debilidad, sino un acto de valentía. Si alguien cercano muestra señales de crisis, tenderle la mano puede salvarle la vida.