Lima, setiembre de 2025.- En el Perú, los delitos informáticos han registrado un incremento sostenido en lo que va del año. Según la Fiscalía Especializada en Ciberdelincuencia del Ministerio Público, hasta mayo de 2025 se han detectado más de 100 casos diarios. Desde llamadas fraudulentas hasta el uso de inteligencia artificial para suplantar identidades, los estafadores perfeccionan sus métodos cada día.
El auge de la digitalización, los pagos en línea y la masificación de teléfonos inteligentes han generado un terreno fértil para estas prácticas ilegales. Según especialistas en ciberseguridad, los delincuentes aprovechan la falta de prevención y el desconocimiento de la población para robar dinero o información sensible.
“Ahora más que nunca, es importante estar atentos y no confiar en mensajes, enlaces o llamadas que llegan de la nada. La mejor defensa contra estas amenazas digitales es estar bien informados y saber cómo protegernos en línea”, señaló Carlos Mendoza, director de Seguridad en MAPFRE Perú.
En este contexto, Mendoza presentó cinco estafas digitales recientes que debemos tener en cuenta:
- Phishing: Es la modalidad más denunciada. Los estafadores suplantan la identidad de bancos, empresas de servicios o entidades del gobierno a través de correos electrónicos, SMS, WhatsApp o llamadas telefónicas para obtener contraseñas, datos de tarjetas de crédito o códigos de verificación. Con inteligencia artificial, ahora pueden clonar voces o crear mensajes personalizados.
- Carding: Consiste en el uso ilegal de datos de tarjetas de crédito o débito para realizar compras no autorizadas. Suelen iniciar con montos pequeños para pasar desapercibidos, aunque también pueden suplantar identidades con buen historial crediticio y realizar compras cuantiosas en sitios internacionales.
- Suplantación de SIM: Los delincuentes obtienen datos personales y se hacen pasar por la víctima ante la compañía telefónica para duplicar su tarjeta SIM. Con el número bajo su control, acceden a banca móvil o billeteras digitales como Plin o Yape para ejecutar transferencias fraudulentas.
- Aplicaciones falsas (Fake Apps): Cada vez más comunes, imitan billeteras digitales o tiendas online. Al descargar la aplicación y colocar los datos, los usuarios entregan su información directamente a los estafadores.
- Anuncios falsos en redes sociales: Utilizan publicidad engañosa en Facebook, Instagram o TikTok para dirigir a portales fraudulentos que simulan ser bancos, tiendas online o inversiones. El objetivo: robar datos o dinero.
“Muchas de estas estafas prosperan sobre la base de la confianza y la acción impulsiva. La mejor defensa es dudar antes de actuar, verificar cada solicitud y reportar cualquier actividad sospechosa inmediatamente”, añadió Mendoza.
Los fraudes digitales no descansan, pero tampoco debe hacerlo la precaución: verificar identidades, evitar compartir datos por canales no oficiales y mantener actualizado el software de seguridad puede marcar la diferencia entre la seguridad y la vulnerabilidad.