Susana Baca: Sus palabras urgentes resonaron en el Gran Teatro Nacional
Susana Baca regresó anoche al Gran Teatro Nacional para ofrecer su arte a manera de protesta. Con su música y letras cargadas de poesía, la artista afroperuana que ha conquistado al mundo conmovió hasta las lágrimas a la concurrencia, rendida ante su talento apenas hizo su aparición sobre el escenario. Parte del ovacionado repertorio fueron las canciones de su disco “Palabras Urgentes”, recientemente nominado al Grammy Latino y con el que, en los próximos días, prosigue su gira internacional por Brasil y México.
Con “Color de rosa”, poema de Alejandro Romualdo hecho canción, que habla de esperanza, la artista inició el concurrido concierto -producido por DEA Promotora– haciendo un llamado a la reflexión. “Somos capaces de enfrentarlo todo, de enfrentar la muerte. Hemos pasado tantas cosas tristes, como la pandemia, tantos amigos y gente querida que ya no está… pero somos y seremos más que la adversidad”, alentó la ex ministra de cultura.
Inmediatamente después, interpretó dos canciones dedicadas a heroínas de Latinoamérica: “Juana Azurduy” y “La herida oscura”,esta última, que según sus palabras, Chabuca Granda escribió en homenaje a Micaela Bastidas. “Aestas mujeres no se las ha celebrado lo suficiente”, sostuvo. También de Chabuca, su madre musical, interpretó “Canterurias”, una canción que habla de lo difícil que es moldear nuestras propias vidas.
Con “Molino molero” trajo a escena un recuerdo de la libertad.“Una mujer que fue esclava la cantaba”, afirmó la ‘Diva de Pies Descalzos’, quien a sus 78 años danzó como si tuviera 20, al son de su música y al son del aplauso de un público cautivado por su delicada voz y amable sonrisa.
Luego, vendría su versión del tango “Cambalache”, con algunos cambios en la letra. “Vivimos un mundo frágil en valores y solidaridad… Está canción es mi protesta contra la corrupción, a la vez de ser un llamado a recuperar la transparencia y la honestidad”, dijo entre aplausos y vítores de sus seguidores.
“Milonga de mis amores”, también parte del premiado disco “Palabras Urgentes”, siguió en la lista. Luego, un tema del cancionero mexicano. “Tengo que contarles algo, cuando yo era chiquita mis tías decían que los negros no debían vestirse de blanco porque parecen mosca en la leche (ríe). Ahora que soy libre, me visto de blanco… Hablando de vestido, voy a cantar este tema que no sé si aún se canta en México: “Qué bonito tu vestido”,contó Susana.
Recorriendo los lugares donde ya estuvo y a donde irá (en dos días viajará a Brasil), cantó en portugués “Coco- Forro”. Y, por supuesto, no podía faltar en el repertorio “Yo vengo a ofrecer mi corazón”, la canción de Fito Páez que ella grabó durante la pandemia y que es parte del disco “A Capella” que le valió su tercer Grammy Latino.
“Dammerung” y “La Guillermina” prosiguieron en el ‘setlist’. En este último tema Susana tuvo como invitada a Naysha Montes, joven valor de la música peruana. Juntas interpretaron este poema de Pablo Neruda de manera magistral. “María Landó”, la canción que le abrió las puertas al mundo y el clásico de su repertorio “Negra Presuntuosa” no se hicieron esperar.
Después del tema antirracismo “Sorongo” y su versión de “Caras lindas” con un final coral potente, llegó el tiempo de agradecer a sus acompañantes: “Ha sido un trabajo muy hermoso compartir con estos jóvenes de Cañete, de Lima y del Callao…”, dijo la artista al presentar a su numerosa banda.
Susana agradeció también al público: “Cantar en nuestro país es lo más lindo que nos ocurre, muchas gracias por su presencia”, sentenció. “Portal del color” y “Vestida de vida” -con el acompañamiento coreográfico de los jóvenes de la academia de baile D1- anunciaron la despedida. “Negra del alma”, huaino ayacuchano que interpretó acompañada por Chano Díaz Limaco en el charango, cerró esta memorable y mágica noche.