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Quiebra de empresas en Perú: ¿Qué pasa con los acreedores y la cadena de pagos?

Lima, mayo de 2025.– Cuando una empresa se declara en quiebra, no solo enfrenta un colapso interno: también afecta a su red de proveedores, clientes y acreedores. Para estos últimos, no todo está perdido. Aunque se suspende el derecho a exigir pagos individualmente, existe un camino legal que permite recuperar parte o toda la deuda, si se actúa de forma oportuna y estratégica.

En Perú, este proceso está regulado por la Ley N.º 27809 – Ley General del Sistema Concursal, que establece dos tipos de procedimientos:

  • Concurso Ordinario: se aplica cuando una empresa ya no puede cumplir con sus obligaciones financieras.
  • Concurso Preventivo: se inicia cuando la empresa prevé problemas financieros y busca acuerdos anticipados con los acreedores para evitar el concurso ordinario.

El rol del acreedor: prevención, monitoreo y acción
Giovanni Medrano Ríos, CEO de la firma especializada en cobranza Flujolink, advierte que los signos de una futura insolvencia suelen aparecer con anticipación. Entre ellos, destaca: morosidad creciente, cambios bruscos en la administración, solicitudes de postergación de pagos o deterioro en la comunicación.

“La prevención para los acreedores comienza incluso antes de concretar una venta. Evaluar la solvencia del cliente, exigir garantías, diversificar la cartera y monitorear la conducta de pago son prácticas clave para reducir riesgos”, explica Medrano.

Ante señales de alerta, el especialista recomienda ajustar condiciones comerciales, exigir pagos anticipados y restringir créditos, evitando acumulaciones de deuda difíciles de cobrar.

¿Qué hacer si tu deudor entra en quiebra?
El acreedor debe formalizar su reclamo dentro del proceso concursal y verificar su crédito para participar en las decisiones colectivas. Además, se aconseja:

  • Negociar con cautela. Entender la situación real del deudor antes de ofrecer facilidades.
  • Formalizar todo por escrito. Evitar acuerdos informales que luego puedan ser invalidados.
  • Solicitar garantías adicionales. Esto protege al acreedor ante nuevos incumplimientos.
  • Consultar con especialistas. Un mal acuerdo puede ser peor que no cobrar.

“Cualquier beneficio concedido poco antes de una quiebra puede ser anulado legalmente. Por eso, es vital contar con asesoría profesional para asegurar condiciones favorables y evitar sorpresas”, concluye Medrano.