¿Qué son los Accidentes Cerebrovasculares (ACV)?: Cómo prevenirlos y qué Terapias de Rehabilitación Neurológicas se utilizan en la recuperación
El accidente cerebrovascular (ACV) es una afección grave que afecta a millones de personas en todo el mundo cada año y según la Organización Mundial de la Salud (OMS), representa la segunda causa de muerte y la primera de incapacidad entre los adultos. También conocido como derrame cerebral, se produce cuando una parte del cerebro deja de recibir el flujo de sangre y oxígeno necesarios para su funcionamiento adecuado. Esto puede deberse a un coágulo de sangre que bloquea una arteria cerebral (ACV isquémico) o a una hemorragia en el cerebro (ACV hemorrágico). En ambos casos, la falta de oxígeno y nutrientes puede causar daño cerebral permanente o incluso la muerte.
Los ACV pueden ser causados por una variedad de factores, que incluyen hipertensión arterial, diabetes, colesterol alto, obesidad, tabaquismo y estrés. Su prevención es fundamental para reducir su incidencia. Las medidas preventivas incluyen mantener una dieta saludable y equilibrada, hacer ejercicio regularmente, controlar la presión arterial, el colesterol y evitar el tabaco y el alcohol en exceso. También es importante buscar atención médica inmediata si se experimentan síntomas de un ACV, como debilidad en un lado del cuerpo, dificultad para hablar o entender el lenguaje, visión borrosa o dolor de cabeza repentino e intenso.
El Mg. Christiam Megue, Director de VitaNova, Centro de Terapia Integral de Rehabilitación Neurológica, comenta: «La atención temprana en pacientes con ACV es clave para minimizar el daño cerebral y prevenir complicaciones a largo plazo. Las terapias de rehabilitación neurológica especializadas permiten al paciente recuperar su máxima funcionalidad y reintegrarse a sus actividades diarias. Es fundamental comprender que cada paciente es único y requiere un plan de tratamiento personalizado para abordar las necesidades específicas y que puedan alcanzar el máximo de su funcionalidad.
Después de un ACV, los pacientes pueden experimentar una variedad de problemas motores, cognitivos y del habla. La terapia de rehabilitación neurológica integral ayuda a los pacientes a recuperar sus habilidades y maximizar su independencia, principalmente a través de sus tres especialidades:
- La Terapia Física se enfoca en mejorar la fuerza muscular, el equilibrio y la coordinación. Los ejercicios pueden incluir caminar, subir escaleras y levantar objetos. El terapeuta trabaja con el paciente para desarrollar un plan de tratamiento personalizado que aborde sus necesidades específicas y metas de recuperación, todo enfocado en la generación de neuroplasticidad a fin de que las neuronas puedan adquirir nuevos aprendizajes.
- La Terapia Ocupacional se enfoca en ayudar al paciente a desarrollar habilidades para realizar actividades diarias, como vestirse, bañarse, cocinar y conducir, buscando el máximo logro de su autonomía e independencia.
- La Terapia de Lenguaje es esencial para los pacientes con ACV que experimentan problemas con el habla, la comunicación o comprensión de ideas. Asimismo, se enfocan en la rehabilitación de la capacidad natural de una persona para ingerir alimentos o también llamados problemas de deglución los cuales, si no son abordados de manera adecuada, pueden traer problemas relacionados a neumonías muy severas.
«Trabajar de manera colaborativa y adaptar las terapias a las necesidades específicas de cada paciente, no solo mejora su capacidad funcional, sino también su confianza y autoestima. La terapia física, ocupacional y de lenguaje pueden ser efectivas en la recuperación del paciente, siempre y cuando se ajusten a sus objetivos y habilidades individuales. La atención personalizada y holística en la rehabilitación neurológica ayuda a los pacientes a recuperar su independencia y autonomía». añade Megue.
Para prevenir un ACV o infarto cerebral, es importante mantener un estilo de vida saludable y controlar los factores de riesgo. Esto puede incluir:
- Controlar la presión arterial: La hipertensión arterial es un factor de riesgo importante para los ACV. Por lo tanto, es importante controlar la presión arterial y mantenerla en niveles saludables.
- Mantener una dieta saludable: Una dieta equilibrada y saludable puede ayudar a prevenir los ACV. Es importante evitar alimentos ricos en grasas saturadas, colesterol y sodio.
- Hacer ejercicio regularmente: El ejercicio regular es beneficioso para la salud cardiovascular y puede ayudar a prevenir los ACV.
- No fumar: El tabaquismo es un factor de riesgo para los ACV. Por lo tanto, es importante no fumar y evitar la exposición al humo de segunda mano.
- Controlar la diabetes: La diabetes es un factor de riesgo importante para los ACV. Por lo tanto, es importante controlar los niveles de azúcar en la sangre y seguir el plan de tratamiento recomendado.