Proteja su negocio: 5 claves para un sistema eléctrico confiable
La electricidad es un recurso indispensable en cualquier emprendimiento. Ya sea para poner en funcionamiento las maquinarias, iluminar las instalaciones o mantener en operación los equipos. Contar con una infraestructura eléctrica óptima es fundamental para garantizar la seguridad y la eficiencia operativa de la empresa.
Como señala Fernando Yupanqui, Jefe de Ingeniería de Producto de CELSA, “para elegir el cableado correcto, lo primero que se debe conocer es la carga eléctrica que va a soportar, de no tomar en cuenta este dato se corre el riesgo de sobrecalentar la red, presentar pérdidas de energía, fallas eléctricas e incluso incendios. Asimismo, es necesario considerar el entorno y las condiciones atmosféricas a las que estará sometido el conductor”.
En ese sentido, el especialista ofrece 5 consejos que lo ayudarán a tener un cableado seguro en su negocio:
- Seleccione el cable de acuerdo con los equipos a conectar. El calibre o ancho de los conductores eléctricos se debe adaptar a la necesidad de cada instalación. Los equipos industriales, sistemas de aire acondicionado o artefactos como hornos eléctricos requieren conductores capaces de manejar una alta demanda de corriente. Es necesario adecuarse a las especificaciones de los dispositivos y recibir asesoría técnica.
- Verifique el tipo de aislamiento. Este componente es el encargado de recubrir el conductor eléctrico, soportar altas temperaturas y protegerlo de factores externos como la humedad. El buen estado del aislamiento evitará cortocircuitos o incendios.
- Opte por cables libres de halógenos. Los cables convencionales contienen elementos como el bromo o el cloro, que al contacto con el fuego producen humo espeso y gases tóxicos. Por el contrario, los cables libres de halógeno no propagan incendios y emiten gases y humo en cantidades mínimas. Es idóneo para lugares con gran concurrencia de público como galerías comerciales, oficinas en edificios, o espacios donde se utilizan materiales inflamables, como pequeños talleres y locales de almacenamiento.
- Actualice regularmente los conductores y equipos de protección. Recuerde que el tiempo de vida útil de un cable es de veinte años, si su instalación ha superado esa cifra o tiene desperfectos visibles, reemplácela por conductores de calidad y seguridad. Asegúrese también que los dispositivos de protección, como llaves termomagnéticas y disyuntores, funcionen correctamente.
- Realice evaluaciones regulares y capacite a sus colaboradores. Las inspecciones frecuentes previenen fallos y reducen los gastos en reparaciones. Establezca un programa de mantenimiento semestral con técnicos certificados. Igualmente, es fundamental que todo el personal se capacite en seguridad eléctrica y en el manejo de los equipos.
Siguiendo estos pasos, no sólo sus operaciones serán más seguras y eficientes, sino que también tendrá una disminución en sus costos operativos.