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¿Por qué las universidades están reforzando su oferta con docentes practitioners?

La formación y especialización universitaria viene mostrando una preferencia por incorporar profesionales practitioners en su plana docente, es decir, aquellos que poseen conocimientos teóricos sobre un área determinada y cuentan con experiencia en su campo. Esta tendencia es especialmente valorada en carreras como ingeniería y tecnología, donde la actualización de conocimientos y la aplicación real suelen ser permanentes.

Dicha demanda de este tipo de profesionales se sustenta en que ofrecen una amplia capacidad para transmitir su vivencia directa en determinados sectores, lo que les permite brindar una visión más realista de la disciplina que imparten.

“La participación de practitioners en espacios educativos es fundamental, sobre todo en la formación de profesionales en posgrado porque aportan una mirada actual, conectada con los desafíos reales del entorno laboral. Su experiencia permite a los estudiantes comprender cómo se toman decisiones estratégicas en contextos cambiantes, lo que enriquece el aprendizaje y lo hace más relevante y accionable. Este tipo de profesionales está presente en cada una de nuestras maestrías”, destaca Yamilet Serrano, directora académica de UTEC Posgrado.

Convocar a investigadores con sólida formación académica, experiencia internacional y producción científica en diversas áreas sigue siendo relevante, y junto a ellos, la incorporación de profesionales en actividad que ocupan roles de decisión en distintos sectores robustece aún más el valor formativo. Esta combinación permite abordar temas complejos desde una perspectiva tanto teórica como práctica, considerando los desafíos actuales vinculados a la transformación digital, la sostenibilidad, la inteligencia artificial y la innovación, entre otros.

En ese sentido, desde la visión de la experta, se presentan algunas razones por las cuales la participación de practitioners en programas de formación, especialmente en los posgrados, es clave:

  • Aplicación práctica de los conocimientos: Mientras que los programas académicos tradicionales proporcionan una sólida base teórica, la educación con practitioners permite aplicar los conocimientos en situaciones reales. Esto es importante en los programas de posgrado, donde los estudiantes buscan herramientas que puedan implementar en sus entornos profesionales.
  • Fomento de la innovación y actualización constante: Al estar inmersos en sus respectivos campos, los practitioners aportan a los estudiantes una visión actualizada sobre tendencias, tecnologías y metodologías emergentes, lo que garantiza una formación alineada con las necesidades de las empresas.
  • Desarrollo de habilidades interpersonales y de resolución de problemas: Los practitioners también comparten habilidades blandas esenciales, como el trabajo en equipo, la negociación, la resolución de conflictos y la gestión del tiempo, competencias cada vez más valoradas por los empleadores. Así, los estudiantes aprenden directamente de su experiencia práctica.
  • Puente hacia oportunidades profesionales: Su experiencia y red de contactos convierten a los practitioners en aliados estratégicos para los estudiantes, ya que pueden abrirles puertas a pasantías, proyectos colaborativos o incluso futuras ofertas laborales.

“La conexión entre la teoría y la práctica que brindan los practitioners permite que los estudiantes desarrollen habilidades estratégicas y aplicables desde el primer día, preparándolos para destacar en un mercado cada vez más exigente”, concluye Yamilet Serrano.