¿Piensa volver a ejercitarse ahora que terminó la pandemia? Hágase un chequeo cardiológico
Tener un régimen nutricional balanceado, no fumar, restringir el consumo de alcohol y realizar ejercicios con frecuencia son factores indispensables para tener una buena salud cardiovascular. Sin embargo, hacer deporte sin practicarse un chequeo cardiológico previo puede ser riesgoso, sobre todo si durante la pandemia ganó peso, tuvo una vida sedentaria y no se hizo ningún control médico para descartar enfermedades de fondo.
El doctor Rodrigo León, cardiólogo de la Clínica Ricardo Palma, señala que aunque no existe una edad claramente definida para empezar a hacerse chequeos cardiológicos, esto depende del paciente, de sus factores de riesgo y comorbilidades. En general, se recomienda, en caso de hombres a partir de los 40 años y en mujeres desde los 50 años o post periodo de menopausia.
“Existe un grupo de personas en los que se debe considerar este tipo de chequeo entre los 30 y 35 años. Son aquellas con factores de riesgo cardiovascular: hipertensión arterial, diabetes mellitus, dislipidemia, obesidad y fumadores; así como, las que tienen familiares directos que hayan presentado enfermedades cardiovasculares fatales o no fatales antes de los 55 años en varones y antes de los 65 años en mujeres”, subraya.
¿En qué consiste este control?
El cardiólogo le hará una historia clínica y un examen físico para identificar algunos factores que pueden incrementar el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares. Según los resultados de la evaluación, el especialista indicará qué exámenes debe hacerse el paciente. Estos son:
Electrocardiograma: Es un trazado en papel que se realiza mediante unos electrodos (cables) que se colocan en la superficie del cuerpo y brinda información indirecta sobre la estructura del corazón y ritmo cardiaco.
Exámenes de laboratorio: Mediante una muestra de sangre se estudia el perfil de colesterol, triglicéridos, glucosa y función renal. Identifica problemas como dislipidemia, diabetes o insuficiencia renal.
Prueba de esfuerzo: Consiste en una banda sin fin en la que el paciente camina de 6 a 10 minutos, mientras se le monitoriza el ritmo cardiaco. Evalúa en forma indirecta el estado de las arterias que nutren el corazón; además determina la capacidad física del paciente.
Ecocardiograma: Ecografía que se realiza a nivel del tórax para evaluar morfológicamente el corazón. Se solicita cuando se sospecha problemas estructurales cardiacos o alteración en la función de contracción o bombeo del corazón.
Score de calcio coronario: Tomografía de las arterias que nutren el corazón que valoran el riesgo de padecer enfermedad arterial coronaria (u obstrucción de arterias del corazón).
Recuerde: Los ejercicios brindan muchos beneficios para la salud, pero antes de practicarlos es importante saber el estado real de su corazón, en especial después de la pandemia. Así podrá saber qué tipo de actividad física es la más conveniente para usted.