¿Ojos rojos en invierno? Podría tratarse de conjuntivitis viral
Lima, julio de 2025.- Con la llegada del invierno y la mayor circulación de virus respiratorios, se ha incrementado la incidencia de conjuntivitis viral, una inflamación de la membrana que recubre el ojo y el interior de los párpados. Esta infección es altamente contagiosa y suele estar relacionada con resfríos comunes o infecciones respiratorias, según explica la doctora Daniela Roca, oftalmóloga de la Clínica Ricardo Palma.
Durante la temporada de bajas temperaturas, las condiciones favorecen el contagio de esta enfermedad ocular. Permanecer en ambientes cerrados y mal ventilados, el debilitamiento del sistema inmunológico y la presencia de adenovirus –causantes de enfermedades respiratorias que también afectan la vista– son factores determinantes.
La conjuntivitis viral puede comenzar en un solo ojo y luego extenderse al otro. Entre los síntomas más comunes se encuentran: enrojecimiento ocular, lagrimeo constante, sensación de arenilla o cuerpo extraño, secreción acuosa o mucosa que pega los párpados al despertar y fotofobia (sensibilidad a la luz). En algunos casos, estos síntomas se acompañan de molestias respiratorias leves, como dolor de garganta o congestión nasal.
Prevención y cuidados en casa
Para evitar el contagio, los especialistas recomiendan medidas básicas de higiene: lavarse las manos con agua y jabón con frecuencia, evitar tocarse los ojos y no compartir objetos de uso personal como toallas, cosméticos, lentes de contacto o colirios. Si un miembro del hogar contrae conjuntivitis, es importante ventilar los espacios, desinfectar superficies y, en entornos como oficinas o centros educativos, aislar al paciente por al menos cinco a siete días, tiempo en el que la enfermedad suele dejar de ser contagiosa.
¿Cómo se trata?
A diferencia de otras infecciones oculares, la conjuntivitis viral no se trata con antibióticos, ya que estos no son efectivos contra los virus. La doctora Roca indica que los síntomas suelen desaparecer por sí solos entre los siete y diez días. Mientras tanto, se puede aliviar el malestar con el uso de lágrimas artificiales, compresas frías y, en algunos casos, antiinflamatorios tópicos suaves, siempre bajo supervisión médica.
También se debe suspender temporalmente el uso de lentes de contacto durante el episodio de inflamación para evitar complicaciones adicionales.
¿Cuándo acudir al especialista?
La automedicación está completamente desaconsejada. «No se deben usar gotas ni antibióticos recetados en el pasado», advierte la oftalmóloga. Si el enrojecimiento se intensifica, aparece dolor ocular severo, secreción amarilla o verdosa y disminución de la visión, se debe acudir de inmediato a una consulta especializada para recibir el tratamiento adecuado.
La conjuntivitis viral, aunque molesta, suele ser una condición autolimitada. Sin embargo, su correcto manejo y la prevención del contagio son fundamentales para proteger la salud visual propia y de quienes nos rodean.